El acierto defensivo del Cádiz CF en el día de ayer fue de menos a más. El equipo amarillo no estuvo fino en las labores de destrucción en la primera mitad, provocando un partido por momentos casi de ida y vuelta con incertidumbre cada vez que el Numancia rondaba el área cadista. Tampoco ayudaron los errores en el pase cometido y algún que otro despiste en la zaga. Finalmente, tras el descanso y con la entrada de Jon Ander Garrido, se volvió a ver más a ese Cádiz ordenado y que deja pocos resquicios al rival.

Eso se tradujo también en más trabajo para Alberto Cifuentes en la primera mitad que en la segunda. En esta última el guardameta apenas tuvo que actuar, pero cuando lo hizo estuvo a la altura. Ejemplo de ello fue la última jugada del partido en la que tuvo que sacar un balón con una fenomenal estirada a un disparo lejano.

Entre todos sin embargo, además de sumar la victoria, mantuvieron la portería a cero. Es la segunda vez que se consigue esta temporada y la segunda consecutiva en el Ramón de Carranza tras hacerlo también con el Getafe.