Además de felicitar las fiestas y desear un buen año 2017, el entrenador cadista Álvaro Cervera aprovechó para atender a los medios de comunicación y valorar lo que ha dado de sí el año 2016 y lo que espera y anhela para el año que entra. "A mí el 2016 me ha cambiado la vida, fue una apuesta arriesgada, salió bien y todo lo que ha pasado para mí y mi familia ha sido muy bueno. Para otra gente también, pero para mí particularmente ha sido muy bueno".

Un año marcado, sin duda, por el ascenso en el Rico Pérez. "El ascenso es inolvidable, por todo. He tenido la suerte de ascender otras veces pero hacerlo con el Cádiz es diferente, y todo lo que ha venido después ha sido bueno en una Ciudad como Cádiz. Antes de salir al campo estábamos tomando un café y alguien se atragantó, se le cayó el café y pensé que era normal por todo lo que nos jugábamos. Había mucho en juego, era el Cádiz y estábamos muy nerviosos. Fue un partido muy intenso en los banquillos, estábamos enfrente de la afición y eso nos ayudó a todos. Es difícil de explicar aquello, ni con boli y mil folios, fue un día muy bonito y a muchos nos cambió un poco la vida", narró con emoción.

Sobre el tiempo que lleva como entrenador del conjunto cadista, Cervera no duda en describir cómo se siente. "Te das cuenta de lo que es Cádiz y lo que es el fútbol para Cádiz y para el Cádiz. Todo lo que me ha pasado aquí ha sido bueno. He estado en muy buenos equipos, con muy buena gente pero Cádiz traspasa un poco lo que es lo futbolístico. Desde por la mañana que te levantas hasta que te acuestas. El fútbol, como entrenador, tiene partes amargas y tristes, si estás en el fútbol es para esto. Hay que vivir angustia también en la vida".

"Lo principal es venir como nos hemos ido, a ver si lo conseguimos. Hay que mantener el bloque que tenemos. Debemos mirar qué jugadores no están jugando, si se puede dar salida alguno y si se puede traer lo que estamos mirando pero sin romper el equipo. Mi deseo deportivo es seguir creciendo, que todo siga como va hasta ahora. Si sigue así vamos a conseguir algo bonito. Esto es fútbol y llegará el momento en el que crezcamos más lentamente o tengamos que bajar un poquito", deseó.

Era cuestionado por lo que se quedaba del año 2016. "Me quedo con este final de año. Te vas de vacaciones con tres victorias seguidas, el equipo muy arriba, los aficionados pueden hablar con los amigos de lo bien que va el equipo y esto hay que vivirlo, disfrutarlo y ponernos a trabajar ya para el partido de Elche".

Para acabar, esperó que el parón navideño no se cebe con sus jugadores. "Les costará más o menos el regreso porque hay gente que por constitución les cuesta más o menos. Tras los parones siempre se nota algo, tenemos que intentar que se note lo menos posible y volvamos en la misma dinámica con la que nos fuimos".