Literalmente, no para. A las puertas de cumplir 38 años, el portero cadista Alberto Cifuentes no para de superarse jornada tras jornada, rozando con la punta de los dedos el Balón de Oro de Castilla-La Mancha, que finalmente se lo llevó el jovencísimo José Manuel Arnáiz del Real Valladolid, y siendo candidato a mejor jugador de la jornada 37 de LaLiga 1|2|3.

Si desde que llegó a la Tacita de Plata en el verano de 2015 fue haciendo un castillo en la portería cadista después de buscar un firme destino por la categoría de bronce e incluso probar fortuna en Polonia, la pasada temporada acabó de construir su fortaleza. El ascenso, donde fue pieza clave, la muestra de su potencial.

A base de intervenciones claves se ha ganado la confianza de compañeros, cuerpo técnico, afición y directiva, ya que la pasada semana firmó su renovación por una temporada más y lo celebró, nada más y nada menos, que salvando un punto en el minuto 90 ante el Nàstic. Emaná se chocó con un castillo cuyas paredes están reforzadas por las maderas de la experiencia.

Con 115 paradas, Alberto Cifuentes es el portero del segundo escalón del fútbol español que más paradas ha realizado, tan solo por detrás de Juan Carlos (Elche) y por delante de Caro (Sevilla Atlético). Además, es el noveno guardameta más goleado con 33 tantos, teniendo por delante, de más a menos, a José Juan (Lugo), Herrera (Huesca), Caro (Sevilla Atlético), Dmitrovic (Alcorcón), Juan Carlos (Real Oviedo), Casto (Almería), Kieszek (Córdoba) y Juan Carlos (Elche). Este último, con 54.