Suárez aclara que el Lleida "es un equipo al que le gusta jugar al fútbol, aunque tal vez fuera de casa sea más respetuoso con el contrario". Y es que el centrocampista asturiano recuerda que "por experiencia pasada el juego alegre no lo va a poner en práctica ahora, pues el año que bajó a Segunda División B jugaba igual en casa que fuera".
Suárez entiende que lo único especial para él llegará "por ver en el otro equipo a algunos amigos, aunque después cuando empieza el partido cada uno va a a lo suyo". De su etapa en el Lleida no guarda muy gratos recuerdos ya que, según explica, "la temporada no fue buena porque el equipo bajó y después llegaron los problemas económicos y todo resultó más complicado desde entonces", indica.
Centrándose en su equipo, Suárez está convencido de la imagen que van a ofrecer en el primer encuentro en Carranza. "El equipo va a ser el mismo de siempre en casa, mostrándose ambicioso y sometiendo al rival a una presión muy importante. Además -añade- hay que contar con el factor de la motivación por estar ante nuestro público".
Suárez ve a sus compañeros "muy concienciados" para que se sumen los tres primeros puntos de la Liga. "La gente tiene unas ganas enormes por hacer un buen papel, ganar y desquitarnos de la derrota en Éibar", concluye.