En casa de los leones, donde nunca el Cádiz había logrado vencer al Athletic de Bilbao, lograban hoy los de Álvaro Cervera con un esfuerzo demencial tres merecidísimos puntos. El Cádiz ha puesto ya sobre la mesa en su regreso a LaLiga Santander su ADN, el de que la lucha no se negocia. Y ha demostrado que eso es así vayas perdiendo, ganando o empatando, juegues con once, con diez o con nueve. La piedra angular de un Cádiz forjado desde hace varias temporadas ha sido depositada en la catedral del fútbol este jueves.

Orden y tenacidad han sido de nuevo los pilares en los que el equipo ha basado su triunfo ante adversidades que, tanto por errores propios como ajenos, se pusieron por delante. Pero, lejos de lamentarse, se sufrió y se peleó como siempre.

Tres puntos menos para lograr la salvación de un equipo que aún tiene que recibir, porque debe hacerlo antes de que acabe el lunes, algunas piezas más para reforzar lo que ya tiene. Aun así, tampoco es fácil todo lo que queda. Pero, de lo que no hay ninguna duda, es que todo camino hacia la permanencia habrá que pelearlo como hoy.