Desestimados los recursos presentados por presunta predeterminación de resultados.

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La corrupción en el fútbol español sigue estando a la orden del día y en el "Caso Hércules", donde presuntamente se daba este delito, tampoco han querido desde la Real Federación Española de Fútbol ahondar demasiado.

Agotada las vías para acceder a las escuchas del Caso Gurtel donde el máximo accionista del Hércules, Enrique Ortiz, junto a los capitanes del equipo Tote y Abraham Paz presuntamente compraron partidos, el siguiente paso fue acudir al Comité de Apelación de la RFEF denunciando el pasado 5 de Agosto "una presunta infracción prevista en el artículo 75 del Código Disciplinario de la RFEF, consistente en la predeterminación de resultados", a la que se unió posteriormente el Real Betis Balompié.

En su resolución, el Comité de Apelación explica, para desestimar la reclamación, que "la investigación que reclaman los clubes recurrentes existe dentro de las facultades del órgano disciplinario, pero ello no implica que éste venga obligada a iniciarla, por puro automatismo, ante cualquier denuncia, pues ello supondría que las competencias disciplinarias estarían supeditadas a la iniciativa de cualquier denunciante y no a la libre valoración que de la denuncia haga el Comité disciplinario, cuya es la competencia para iniciarlo, como destaca con todo detalle la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, Sección 8, sentencia 1135/2000, de 22 de diciembre que negó virtualidad a la denuncia para iniciar un procedimiento, y negó al denunciante la condición de interesado en el procedimiento judicial, afirmando textualmente que 'por tanto las facultades del denunciante se agotan tan sólo con la formulación de la denuncia, ya que la decisión de incoación es exclusiva del órgano titular de potestad'".

También entiende Apelación que "carece de virtualidad la circunstancia de que tanto la Fiscalía de la Audiencia Provincial como la Abogacía del Estado hicieran referencias a la posibilidad de que se iniciara el procedimiento que pudiera corresponder en la órbita disciplinaria para esclarecer lo sucedido, pues ello debe entenderse con sometimiento a los principios expuestos" y añade que "en otros términos, la simple invocación de los preceptos no excusa la necesidad en que se halla el órgano disciplinario de examinar si concurren indicios suficientes de la comisión de una conducta antideportiva, presupuesto inexcusable de su actuación".

Por lo tanto, nuevo varapalo tanto al Cádiz C.F. como al Real Betis Balompié, y a su vez una nueva oportunidad perdida para que el fútbol volviera a ser un deporte algo menos sospechoso.