"Que no haya ninguna duda. Yo no me voy del Cádiz. Aquí estoy y aquí me quedo", sentenció Baldasano, que aclaró, asimismo, que ha tenido que poner 400.000 euros para pagar atrasos en nóminas del club del último mes, y aseguró su equipo deportivo seguirá adelante con la planificación del conjunto amarillo que, dijo, podría aspirar el año próximo "a Primera División".

El escrito, enviado desde su bufete, decía textualmente que el abogado madrileño explicaría "los motivos por los cuales se ha visto obligado a dejar la presidencia del Cádiz" aunque por la tarde ha achacado a "una mala interpretación" las noticias publicadas.

Baldasano aseguró que intentará "reconducir la situación" después de que esta mañana fueran "expulsados de las oficinas del club el director general Moisés Israel y el consejero delegado Iván Baldasano", su hijo.

El anterior propietario del club, Antonio Muñoz, aún no reconoce la titularidad de las acciones de Baldasano, lo que él achaca a "un defecto de forma en la inscripción" de la operación de venta, que debía elevarse a público el 10 de julio.

Baldasano reveló que "había un compromiso para que ninguno de los jugadores fuera traspasado", pero, al parecer, Muñoz ha negociado a sus espaldas con el Valladolid las ventas de Sesma y De la Cuesta a pesar de, en su opinión, el ex presidente "no tiene poder para traspasar jugadores".