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Foto: Foto: José Lojo/RC Portuense
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En Agosto de 2009 el centrocampista del Cádiz B Álvaro López veía como su proyección y todos sus planes en lo deportivo se frenaban en un momento tras sufrir una grave rotura de ligamento cruzado en su rodilla.
La que tenía que ser una operación con relativa urgencia se demoraba más de lo previsto y la espera se hacía cada vez más interminable. Un mes después, Álvaro López entraba al quirófano, justo el mismo día que su compañero Juanito, aquejado de la misma lesión.
Se preveía una recuperación lenta y todo apuntaba al tramo final del campeonato liguero de la pasada temporada para que Álvaro volviese a jugar, pero no fue así. Recaídas y dolores era el día a día de este canterano, cuyo sueño no era otro que el volver a sentirse futbolista.
Y el sueño se cumplió, ya que el pasado 12 de Septiembre volvía a los terrenos juegos a jugar un partido de competición oficial. Fue contra el Racing Portuense, saltando al campo en el minuto 55 sustituyendo a Nano.
Esta mañana el rostro del futbolista irradiaba optimismo y felicidad, que se convirtieron en nerviosismo y emoción cuando desde PortalCadista.com le solicitamos una entrevista.
Y es que la pesadilla que ha vivido queda para Álvaro López, que ahora se recupera de unas dolencias de pubis, pero lejos ya del calvario sufrido con la rodilla. El canterano relataba que “he estado pasando un periodo de transición entre la recuperación y la entrada en el equipo. Creo que en una o dos semanas, o como mucho en tres, estaré de vuelta en el equipo con muchas ganas y mucha ilusión”, por lo que ya podrá estar disponible para Ángel Oliva “creo que habrá posibilidad de entrar en la convocatoria, aunque eso lo tendrá que decidir el míster”, añadía.
La lesión de la rodilla ha sido una pesadilla para el centrocampista cadista “ha sido muy largo y se te pasa de todo por la cabeza. Ahora no lo quiero ni pensar porque me encuentro en un momento muy bonito. Soy como un niño chico, que veo una pelota y quiero salir detrás de ella. Solo pienso en volver y nada más”.
No solo en lo físico, sino también en lo anímico se vio afectado “es una sensación que no se la deseo a nadie. No me gustaba ni venir a ver al equipo entrenar porque me remordía por dentro. Ni tampoco ver los partidos porque sufría bastante”.
Álvaro explicaba que “la operación no salió del todo bien. Se me hinchaba y tuve problemas con la extensión”, pero lo importante es que ha vuelto a sentirse futbolista “ha sido un año muy complicado y he tenido que esperar, pero ya estoy a tope. Ahora tengo muchas ganas de volver”, una vez se recupere de este nuevo contratiempo.
Su persistencia y tenacidad ha hecho posible que su sueño se hiciera realidad. Ahora toca trabajar para hacerse un hueco en el mundo del fútbol. Por ganas e ilusión no será.
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