Un 4 de Septiembre

03.09.2010

Un 4 de septiembre de 1955 comienza la historia del Trofeo Carranza. Dos días antes con todo el boato que la cita requería se inaugura el Estadio Ramón de Carranza. El Cádiz CF se enfrenta al Barcelona FC y pierde por cero a cuatro. Antes del inicio del partido el obispo Tomás Gutiérrez bendice el campo y un nutrido grupo de gimnasta ofrece una exhibición.

El Cádiz CF recién ascendido a segunda tiene 599 socios. Necesita incrementar sus asociados para hacer frente a la nueva categoría. El presidente Juan Ramón Cilleruelo que dirigía la Fábrica de Tabacos, idea un torneo veraniego para animar a la sociedad gaditana a acudir al nuevo estadio y de paso para atender el comienzo de la temporada con mayor solvencia económica. Le propone a Del Moral, entonces delegado de fiestas, celebrar un Trofeo con el nombre del padre del Alcalde José León de Carranza. El Ayuntamiento le autoriza el Torneo que se celebrará en sus primeras dos ediciones bajo la organización del Cádiz CF, con muy buenos resultados económicos. Visto el éxito, el Ayuntamiento asume la organización a partir de esa edición.

Foto: jardinauta.blogspot.com

El primer Torneo lo disputan el Sevilla, a lo postre el ganador de esta primera edición por dos a uno, y el Atlético Club de Portugal. Las gradas del Carranza se llenaron de veraneantes sevillanos ávidos de ver a su equipo. Una entrada en preferencia costaba 50 pesetas.

La primera copa se encargó a un orfebre cordobés y se conserva en las vitrinas del club sevillano. No sería hasta años más tarde cuando se adoptó el modelo actual del Trofeo.

Pero también el Trofeo, años después, ha servido para modernizar el fútbol y Rafael Ballester inventó el desempate a través de la tanda de penaltis.

La historia del Trofeo está llena de anécdotas que contar y en el año 2011 viviremos una vuelta a sus orígenes, pues volvemos a contar con un nuevo estadio para la afición amarilla. Es obligado que el Trofeo de ese año sirva de homenaje al viejo estadio Carranza y dé la bienvenida al nuevo.

Salud para todos.

Rafael Rivas
Universidad de Cádiz