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La Crónica Daltónica (desde otro color):
Cádiz 0 - Melilla 1 |
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03.01.2011 |
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Como dijo el maestro chino de ajedrez Byen J’o-HI O aquella azarosa tarde en la que disputó ochenta y siete partidas simultáneas, obteniendo la nada despreciable cifra de ochenta y seis derrotas y unas tablas de planchar “La victoria es algo que te agrada y te hace sentir feliz contigo mismo, con tu familia y con tus amigos, pero hay días que es mejor jugar a las damas”.
Rendía visita al nuevo dasco verlo a parches Estadio Ramón de Carranza un mojón pa la ley de la memoria histérica con lo bonito que quedaría, por ejemplo, Estadio Capricho Andaluz, con el ayuntamiento de Cádiz sin… concejales que vayan a los servicios de preferencia, que cuando vas a hacer un pipí y te da por ser cívico y le das al botoncito del urinario para que el agua limpie lo que hace es duchar literalmente a los de los lados, cosa que agradecemos los que tenemos gafas porque así las lavamos de partido en partido pero que el próximo día va a darle a la cisterna Rita the singer, la Unión Deportiva Melilla.
El Cádiz, club previsor donde los haya, preparándose para cualquier contingencia, se había abastecido de todas las luces de navidades de Ancha, Palillero y Columela, aunque, gracias a Dios, el encuentro comenzó a las doce de la mañana y devolvió casi todas las bombillas en perfecto estado, quedándose tan solo con unas cuantas para iluminar alguna gran idea con vistas al centenario.
La Unión Deportiva Melilla salió al terreno de juego muy bien conjuntada, todos con sus camisetas azules y sus calzonas blancas, y en el minuto 3 ya pudo adelantarse en el marcador con una gran jugada de Vázquez, que estrelló el balón en el poste. Joé, con lo grande que es la portería y da en el poste. Pues sí. El Cádiz, salió al terreno de juego unos minutos después, aún con el polvorón en todo lo alto.
A esto que Josemi Caballero tomó las riendas del equipo y poco a poco comenzaron las llegadas cadistas al área de Dorronsoro, que tuvo más participaciones que la lotería del Nazareno. Así, tuvieron su oportunidad sin solución de continuidad Aaron Notanbueno, en un remate de cabeza como el tinto de un chiringuito, flojo, López Silva, en una internada que se quedó en más nada que inter, y Sergio Pachón en un magnífico ensayo de tres puntos.
Y claro, cuando más te quería, me dijiste que no y en una jugada por banda izquierda del equipo norteafricano Vázquez se interna en el área como Baquero por su casa y claro, Baquero que no permite esas confianzas y lo derriba. El penalti lo ejecuta el propio Vázquez batiendo a Álvaro Campos que realiza una espectacular Contrerinha, adivinando el lado contrario por el que va la pelota. Cero a uno. Vaya añito que llevamos y solo llevamos dos días. Y uno de resaca.
El equipo melillense había hecho lo más difícil, ¿encontrar aparcamiento un domingo de piñata?, no, adelantarse en el marcador.
Aun así, antes de que Gálvez Rascón –un árbitro muy querido por Muñoz- diera por concluida la primera parte, el Cádiz pudo empatar en un disparo de Josemi Caballero que Carlos Ruiz despeja in extremis bajo palos. ¿O era sine die bajo palio?
La segunda parte fue un querer y no poder, un vivo sin vivir en mi, un no por mucho madrugar, un -no sé si me explico- a caballo regalado.
El Melilla se quedó con uno menos por la tan absurda como merecida expulsión de Vázquez por una patada alevosa a Baquero, mientras que el Cádiz, con la entrada de Velasco y Hugo Leal, se quedó con dos menos.
Fran Cortés le dio otro aire al centro del campo, dotándolo de mayor fluidez y poniendo varios buenos balones dentro del área, que sus compañeros se encargaron de malograr.
Podemos decir, sin miedo a equivocarnos, que durante toda la segunda parte el juego de ataque del Cádiz fue menos productivo que un sesenta y nueve con hello kitty.
El equipo de García Tebar, que muchas veces canturrea en solitario “ese cadi oe”, si es que hay gente p’a tó, formó una muralla infranqueable que los amarillos no supieron derribar.
Total, que el Cádiz comienza el 2011 como terminó el 2010, perdiendo. Segunda derrota consecutiva. Se acabó el efecto botellín.
Recemos para que los tres Reyes Magos se disfracen de administradores concursales y se dejen caer con unos cuantos miles de eurillos para fichar en el mercado de invierno que nos garanticen el liderato. O, por lo menos, con la Play-2. Uy, perdón, con el Play-Off. (¿En qué estaría pensando?).
A conquistar el Santo Reino.
Abrazos cadistas.
José Manuel Ramos «Pichili»