Chip_Iron / esecadizoe.com
 
Si para un servidor ya era malo que la plantilla se cerrara hace una semana, ya pueden imaginar ustedes lo que significa que incluso tengamos dos hombres menos. Se lo digo, es pésimo. Uno de ellos, Miguel, por no tener sitio al ser el sexto jugador para dos puestos. Y el otro, Acuña, no jugará este año por culpa de no se sabe quien –del jugador seguro que no-. Habría que preguntarse ahora por aquellos «no habrá problemas para inscribir al jugador» o los «todo está en regla» que la directiva repetía por activa y por pasiva. Si esta directiva cree que con el desembolso que se ha hecho hay una plantilla de garantías para sortear todos los obstáculos de la temporada, de acuerdo. Pero luego tienen que ser ellos los responsables de los resultados. No me gustaría ver, cuando las cosas vengan mal dadas, como se cargan las tintas sobre un cuerpo técnico que tendrá a buen seguro que volver a hacer malabares en algún que otro puesto del once a lo largo de la campaña. Creo que este cuerpo técnico merecía un esfuerzo económico. Y también lo merecía la única afición que ha llenado un estadio de abonados sin ni siquiera esperar al primer fichaje.
 
Que la afición respondió en su momento, de eso no hay duda. Que los jugadores que hay responderán, estoy convencido. Que los técnicos también pondrán todo su empeño, no me cabe la menor duda. Pero también tengo claro que la directiva no ha estado a la altura ni en el tema Acuña ni en hacer un último esfuerzo económico para traer un último refuerzo.

Solo nos queda animar como siempre y rezar como nunca para que Pavoni no pille ni un mísero resfriado.