No podemos hablar de un fructífero 2012 en lo que al cadismo se refiere, teniendo en cuenta que el equipo amarillo sigue en la categoría en la que comenzó el año e incluso en una situación mucho peor. Echando la vista atrás de lo vivido y lo pasado, el año que se va ha tenido momentos de dulce para la afición gaditana que sin embargo a la hora de la verdad no se han transformado en alegrías. Quién no recuerda ese ambientazo previo al partido frente al Castilla en Carranza, con esas largas colas en las taquillas del estadio, o esos penaltis contra el Albacete que nos permitieron seguir soñando dos semanas más con el ascenso. Momentos que ahora, y a pesar de que a posteriori, no dieron el resultado esperado se echan mucho de menos.
Y es que no me cabe duda que reflexionando sobre esos partidos y momentos, el 2012 ha sido el año perdido para la familia cadista con un ascenso que se escapó de las manos y que ahora duele más que nunca viendo al Cádiz en descenso a tercera división. Sin embargo, de nada sirve ya un pasado que no volverá y que ahí queda en la centenaria historia del submarino amarillo. Por ello, no me centraré en los lloros, no pensaré en lo vivido, sino en lo que nos queda por vivir, a pesar de que el presente actual es más duro e injusto que nunca con los aficionados a este equipo que viven en el infierno de la Segunda B.
El primer pensamiento que se me viene a la mente es acertar con los movimientos, ser certeros con los refuerzos en este mercado invernal, ya que a pesar de la confianza que podamos tener en Raúl Agné, este equipo necesita calidad en todas las posiciones. No obstante, el proyecto Gaucci y Cía., sigue dejando dudas, sigue creando sombras en torno a las contrataciones, a saber, jugadores con un mismo representante, fichajes a coste cero, descartes de equipos en descenso, jugadores que vienen sin entrenar varios meses…etc.
Todo lo mal que se hizo el pasado verano va a ser muy complicado enmendarlo en su totalidad, pero sí podría solucionarse en parte si a la hora de contratar jugadores buscamos seguridad y garantía de rendimiento en determinados fichajes y no buscar por tierras japonesas a jugadores que podemos encontrar a centenares en la Bahía de Cádiz y que son ante todo una gran incógnita en un equipo que, repito, necesita garantía y confianza para salir de la situación y no experimentos.
Pero aviso a navegantes, aquí el principal juez se llama “tiempo” y es éste precisamente, quién quita y da razones, y será este quien determine el acierto de Manzano y Gaucci en el proyecto. Por ahora, solo veo muchos intereses, poca claridad y escasas ideas, y eso que en verano todo parecía transparente, pero las trabas en el camino han obligado a los nuevos mandatarios cadistas a cambiar el paso en varias ocasiones de manera brusca y mal.
¿Qué nos deparará el 2013? Difícil pensar en aspectos positivos teniendo en cuenta el presente. Aun así, agarrémonos en mantener vivo esa llama que siempre está encendida y que nunca deberá apagarse, esa luz que ofrece optimismo a todo aquel que la contempla, ese hilo de ilusión del que no me quiero soltar, el cadismo. Miremos al año nuevo pensando que lo mejor está por llegar…no nos queda otra. ¡¡Feliz 2013 amigos!!
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Rubén López
Jefe de Deportes de COPE Cádiz
@rubenlopez07