El calor puede ser de nuevo determinante.

El desgaste físico de los partidos mañaneros por el Plus, con temperaturas dignas del Mundial de México’86, me hace apuntar a un refresco necesario para la liga de Europa con más partidos. Si es así, en partidos posteriores puede que veamos más cambios. A esto hay que unirle también a que el próximo miércoles llega la primera cita copera: una competición que deja buenos dividendos en taquilla y que, seguramente, se van a tomar muy en serio. Nadie hace ascos a los euros.

Volviendo al partido de Almería, esos cambios en el equipo también van a provocar cambio en el dibujo. Con sólo De Paula como delantero centro, parece que las bandas estarán flanqueadas por Sesma y Enrique. Oli no para de restar importancia a esas cuestiones pues sigue manteniendo que lo de los esquemas es un puro formulismo y que lo que realmente importa son los jugadores que disputen el encuentro. Yo no le creo.

Emery puede ver desde la grada su último partido del Almería.

El de Oviedo es un tipo listo y sabe que los de Emery van a salir a morder. Su posición de colista está provocando en la capital almeriense unos vientos a cese que al técnico vasco le tienen que haber llegado ya. La más que probable salida en tromba de los rojiblancos puede que obligue a situar a un Cádiz más replegado de lo habitual. Quizás un 4-1-4-1 no sea descabellado, teniendo en cuenta que con esos mismos jugadores puedes formar también un 4-3-3 y un 4-2-3-1. Muchas variantes al alcance de Oliverio que seguramente utilice dependiendo de lo que refleje el marcador y del tiempo de juego transcurrido.

Volverá a un estadio donde consiguió su gol número 100 como profesional y con el que se inició una magnífica temporada con un broche de oro en Chapín de la mano de Víctor Espárrago. El otrora delantero, marcó el gol de los tres primeros puntos de aquella temporada y el primer gol de los tres últimos puntos en Jerez. El segundo lo marcó de penalti el portuense que el domingo debutará en esta campaña. Ojala sea un guiño del destino y Paz “moje” en el Estadio del Mediterráneo.

Con los mismos hombres, Oli puede configurar hasta tres sistemas distintos. Toda una incógnita será el que utilice a lo largo del partido en Almería.