“Creo en la vida eterna en este mundo, hay momentos en que el tiempo se detiene de repente para dar lugar a la eternidad”. Fiodor Dostoievski
Mañana en la batalla no estaréis solos. Os apoyarán tres mil devotos de esta inescrutable locura que es el cadismo. Bienaventurados los que creen en el ascenso porque de ellos será el reino de los sueños.
De los sueños forjados en la leyenda del imaginario colectivo cadista con remates de Quino, jugadas de Eloy e Ibáñez, Carvallo mete otro gol de falta por la escuadra… De sueños de gloria alcanzada con los goles de Villalba y Ortega, y “Fifirichi” llorando como un niño sacado a hombros de la afición.
En el infierno de Alicante evocad a Milosevic contradiciendo la abjuración de Galileo para demostrar que no, que no se mueve, por mucho que grite un graderío hostil el balón en el pasto lo mueven los que juegan. Y vaya si lo movieron los héroes de Elche: Bocoya; Juan José, Amarillo, Dos Santos, Hugo Vaca; Manolito, Mané (ay, Mané, qué bueno eras, mostro), Luque, Choquet; Zúñiga y forever Pepe only you Mejías.
Mañana en la contienda recordad los sufridos y gloriosos años de Primera: la era del Mago, de liguillas de la muerte, de salvaciones in extremis, de la camiseta rosa de Ramón, de mister Proper Dertycia, y “¡lo dije, Kiko la solución!”. Y Jose González que empata la promoción, y ¡bien Pepe, bien, picha! Szendrei que en el último penalti se hace un paradón.
Momentos como la cachita de Palacios en Logroño para abrir el camino que cerró el penalti de Abraham en el Juan Guedes, con un estadio lleno de locos amarillos a mil quinientos quilómetros de donde se jugaba.
Y de la invasión amarilla en territorio comanche, de la parábola imposible de Oli, del once de Chapín…
Atención, jugada ensayada: saca la falta Caballero, cuelga por la derecha Fragoso, centro medido de Enriquinho y cabezazo del pájaro Toedtli que vale un Potosí. Y la doble parada de Kiko Casilla en el diluvio universal de Irún, la última alegría.
Mañana en la batalla no desfalleced. Llego la hora de la verdad. Luchad por los que estamos, por los que estaremos y por los que ya no están. ¡Vamos chicos, qué poquito queda!, un pasito más que os espera la inmortalidad. Vamos Cádiz, en ti yo creo. Que el domingo el tiempo se detenga. De aquí a la eternidad.
José Manuel Ramos 'Pichili'
Colaborador de Portal Cadista, 8TV y SER Deportivos Cádiz.