Koala2000

Nuestro nuevo dueño hablaba no hace mucho a un medio de comunicación, que deseaba con todas sus fuerzas explotar la simpatía que nuestro equipo despertaba por toda España, que era una seña de identidad a la que no se podía renunciar bajo ningún pretexto. Pero al mismo tiempo anunciaba que quería un crecimiento del equipo, y que fuese respetado como rival fuera donde fuera.

Ambas cosas son perfectamente compatibles, pero tenemos que tener en cuenta de que las cosas hay que ganárselas. Para empezar, me gusta esa simpatía que llevamos a todos los campos de España. Pero una frase en Valencia me resumió todo este tema: “Que graciosos, vienen los gaditanos, que alegría de gente… pero esta tarde los goleamos fijo”.

Despertar las simpatías de un país es una cosa, pero el respeto como rival es otra. Nos respetan como afición, pero pocos respetaban al Cádiz como rival, al que Clemente llegó a catalogar de “Equipo asequible, partidos como este son los que contamos para ganar”. Está muy claro que el respeto deportivo se gana en el campo, no con sonrisas en la grada.

¿Se pueden lograr ambas cosas?. Yo diría que si, pero es evidente de que a nadie le gusta perder, y seguro que no nos reirían tanto la gracia en otros campos si nos fuéramos de allí con una victoria visitante. Así pues, ¿Qué ocurriría si hubiese que elegir simpatía o crecimiento del club?. Pues me encantaría quedarme con ambas, y creo que podremos.

Pero si hay algo que tengo claro, es que caerle bien a toda España no me vale para nada si me voy del campo siempre con una derrota en la bufanda. Estoy con el Presidente, mantengamos esa simpatía, ese Fair-Play en la grada, pero sin perder de vista la necesidad de nuestro club de estar a la altura de la fama que sus aficionados le dan, la necesidad de crecer como equipo, de dar el salto de calidad.

La parte de la afición, nuestra parte, ya está hecha… ahora les toca a ellos.