Antonio M. Gómez

Por fin se produjo el tan ansiado y anhelado cambio de Concejo de Administración por parte de “ambos dos”, el entrante y el saliente, osease, D. Antonio Muñoz y D. Arturo Baldasano. Después de dos meses largos de negociaciones y dimes y diretes, ayer por fin se produjo lo antes expuesto y todos tan contentos. El saliente, osea, D. Antonio Muñoz, por fin puede respirar y dormir tranquilo, pues ha conseguido lo que llevaba tiempo esperando, que no es ni más ni menos que quitarse al Cádiz CF de encima, pues, según sus propias palabras, había tocado techo y no era capaz de seguir ilusionando al cadismo, de la misma manera que no seguía ilusionando su cuenta bancaria. El entrante, osea, D. Arturo Baldasano, por fin puede respirar y dormir tranquilo, pues ha conseguido lo que llevaba tiempo esperando, que no es ni más ni menos que hacerse con la presidencia de un equipo de fútbol, dándole igual el color de sus camisetas, pues sigue diciendo públicamente, que su ilusión es ser presidente del Real Madrid, quizás este aquí haciendo las “practicas de empresa” como buen becario. Y además intentar ilusionar a su cuenta bancaria.

Y mira por donde, a partir de ahí, empiezo a notar cierto paralelismo en “ambos dos”, me explico, los dos son empresarios, los dos son buenos negociadores, los dos saben lo que quieren, a los dos les gustan los € (como a todos) y a los dos les gustan mas una foto y populismo que al concejal de Cuenca, pero lo que mas me ha llamado la atención es la falta de confianza en sus propios hijos, a “ambos dos” El saliente, osea, D. Antonio Muñoz dijo muchas veces que su hijo seria el presidente, pues se sentía cansado  y lo dejaría en sus manos, pues era un chaval muy preparado y con ganas de seguir haciendo un Cádiz CF más grande. Se quedo ahí. El entrante, osea, D. Arturo Baldasano, se presenta en Cádiz, solo con su fiel escudero Moisés Israel y con su hijo IVAN BALDASANO, el cual parece tener el mismo grado de confianza de su padre  que el saliente con el suyo.
Solo espero y deseo que el entrante tenga la misma o un poco mas de suerte que el saliente, solo por el bien del Cádiz CF. O sea, nosotros los aficionados.