Tenía que llegar y llegó. La primera derrota de este año en el Carranza no ha tardado más de tres partidos. El mal juego desplegado por los amarillos desde que comenzara a rodar el balón de verdad está sembrando de dudas a la fiel afición cadista. El estado de “cortocircuito” que se ha instalado en el juego de los amarillos hace plantearse infinidad de preguntas aunque todas de difícil respuesta.
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Mirar para el palco a las primeras de cambio no es lo correcto, primero porque la directiva está cumpliendo con su cometido que era potenciar al equipo con numerosos y buenos jugadores. ¿Acaso alguien haría ascos a los fichajes de Contreras, Parri, Gustavo López, Dani o Gastón Casas? ¿A alguien le ha defraudado la llegada de Cristian, Yago, Gonzalo Vicente o Rivas? ¿Alguien puede pensar en no valorar el hecho de retener a José Julián de la Cuesta? Creo con sinceridad que en todas estas cuestiones la nueva directiva de Arturo Baldasano sale fortalecida.
Para mí, el cortocircuito parte desde la dirección técnica que quizá esté obcecada en jugar con un sistema para el que la plantilla no esté dotada, o no esté adecuadamente adaptada.
Mariano García Remón no me cabe duda de que está buscando lo mejor para el equipo y que intenta por todos los medios que el control del balón y el ritmo sea el que marquen sus pupilos. Pero el problema que se está encontrando es que sus futbolistas están interpretando mal la partitura. Primero, el ritmo no es el adecuado. Segundo, mover el balón de lado a lado sin conseguir la profundidad es estéril y muy cómodo de contrarrestar por las defensas rivales. Durante el partido del pasado sábado pude observar, durante muchas jugadas, demasiada distancia entre líneas. También fue desesperante la lentitud con la que se movió la pelota a partir de encajar el gol. En esta ocasión no tuvimos la oportunidad de empatar rápido (ni tarde) como sucediera ante el Alavés. De nuevo, y van ya no sé cuantas, nuestros delanteros centro se marchan sin apenas oportunidades. ¿Para qué dos delanteros si no somos capaces de darle balones en ventaja? Tal vez este no sea el esquema de juego que el equipo necesita para sentirse cómodo, porque eso es lo que parece, que los jugadores no se encuentran cómodos en el campo.
En su descargo tengo que decir que D. Mariano lo está intentando todo. La afición le protestó por la dupla Fleurquin-Bezares, pues bien, ahí tenéis la que queréis, Rivas-Parri. La gente reclama a Gustavo López en el equipo, el argentino a escena. Para colmo, la plaga de roturas fibrilares se está cebando con una plantilla que aunque parece amplia está demostrando estar descompensada. Pero ¿quién le iba a decir a Félix Carnero que se iban a caer tantos hombres importantes a la vez?
Yo desde esta humilde tribuna le reclamo a D. Mariano que, si llegara a leer alguna vez este escrito, recapacite sobre lo que le puede ir mejor al equipo. Quiero con esto hacer una crítica constructiva y seguir deseando los éxitos de nuestro equipo. Yo creo que es una persona capaz de llevar esto adelante y que solo necesita que el engranaje empiece a funcionar como un reloj. Sé positivamente que tantos jugadores llegados necesitan una fase de acoplamiento, pero no es menos cierto de que el tren ha iniciado el viaje y que si no atrapamos el vagón correcto puede empezara generarse nerviosismo.
Yoni Weiss/portalcadista.com