Miguel Ángel Vallecillo/portalcadista.com
Por muchas ganas que tengamos, la posición del Cádiz en la tabla hace que estos no sean momentos para la lírica. Hacen falta puntos y para conseguirlos, goles. Y el equipo amarillo logró ayer ante el Rácing de Ferrol las dos cosas. Tres puntos que da un soplo de aire fresco y tres goles que quitan la espina de esa sequía de las últimas jornadas.

[Sigue…]

Cualquiera que vea un partido de Segunda División sabe que la posibilidad de encontrarse con un partidazo de calidad y técnica es ínfima. Esta categoría es igualada, larga y complicada.

El Cádiz no ganaba un partido de liga anotando tres goles desde la jornada 40 de la temporada pasada (hace seis meses) cuando ante el Elche, y sin jugarnos nada, dos goles de Sesma y uno de De Paula, dieron la victoria al conjunto amarillo con un marcador idéntico al de ayer frente a los gallegos.

Cuando el Cádiz perdió nadie dijo que enfrente había un buen equipo. Por esa misma razón me parece de un negativismo absurdo decir ahora que el Cádiz ganó ante uno malo. El equipo de los hermanos Veiga ha tenido unas ocho primeras jornadas con las que todos nosotros hubiéramos soñado. Como me decía un amigo ayer, ni el Ferrol es el equipo de hace seis jornadas, ni el Cádiz lo es tampoco. Si los gallegos hubieran visitado Carranza hace un mes y medio, pocos dudamos de que se hubieran ido con algún punto para Ferrol.

El equipo tiene que mejorar cosas y si no fuera así, cerraríamos el telón hoy mismo y que acabara la liga. Pero la senda por la que transcurre el juego del Cádiz es la correcta para la plantilla que hay y la competición que jugamos. Si las cosas se hacen bien, sólo cabe mejorar poco a poco. Para ello, la confianza y los goles son los ingredientes perfectos.

También hay que mejorar cosas en la grada para que no ocurra lo que ocurrió ayer en el minuto de silencio. Pero eso no es parcela de Antonio Calderón y de sus jugadores sino de los que se sientan en el palco y de la Federación de Peñas Cadistas. Al igual que se dan pasos al frente para entregar premios, hay que saber reprender ciertas actitudes.