Yoni Weiss / PortalCadista.com

Esto es lo que siente la afición cadista que es la única que lo ha puesto todo durante el transcurso de la temporada. Mucho escuchamos durante esta semana de que si el Cádiz no era capaz de ganarle al Sevilla B en Carranza, no era merecedor de mantener la categoría. A todo esto decir que los chavales del Sevilla B han mostrado una bajada de marcha durante la segunda mitad y que el Cádiz solo hubiese anotado mediante gol en propia puerta de los filiales sevillistas, lo que ya hubiese sido de juzgado de guardia.

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Aquí nos quedamos con cara de bobos un domingo más ante la impotencia que nos producen los jugadores de nuestro equipo. Nadie dá sensación de quererse hacer con el mando, a todos les quema la pelota y así es muy difícil conseguir ningún objetivo por mínimo que este sea. Hemos ido bajando el listón, jornada tras jornada, y aún así nuestro querido presidente nos “alentaba” a celebrar la permanencia. Pues va a ser que “ni eso”. Y es que ya nadie se cree que seamos capaces de pescar algo en Alicante. Solo nos salvaría el que los cuatro que cierran la tabla sean capaces de demostrar que son aún peores que el Cádiz, que eso es muy difícil.

La revolución Rubio con la que titulamos la pasada jornada esta sección, se ha quedado en poco más de lo mismo que significó la revolución de Calderón o la de Raúl Procopio. Esto no hay por donde cogerlo, los que se visten de corto son los que hacen triunfar o fracasar los proyectos y las ilusiones y los que hoy han vestido de amarillo parecen dispuestos a cargarse la historia de este Club.
A fin de cuentas, ellos están de paso y de alguna forma entendieron a la perfección el mensaje que les mandó su máximo dirigente cuando vendió al único jugador capaz de ganar un partido por sí solo.

Ahora mismo, estoy escuchando las declaraciones de Pablo y no hace sino confirmar que el Sevilla B no ha dado todo en la segunda mitad y que si hubiesen querido, se hubiesen llevado los 3 puntos esta tarde. Lo que quiere decir que el Sevilla ha actuado de equipo hermano, pero que la inoperancia del Cádiz C.F. es la que lo ha llevado a la situación en la que nos encontramos.

Para más INRI, tanto el Sr. Presidente como su hijo se han encarado con varios aficionados que los han increpado, llegando incluso a reírse de dichos aficionados en modo de mofa hacia estos. Lamentable actitud de quien siempre pregona que hay que remar todos en la misma dirección mientras él se empeña en nadar a contracorriente.

Esto es Cádiz y aquí hay que…………………………………… sufrir…