Con oficio hay beneficio

Resulta harto difícil hacer un artículo de opinión sobre un partido que no se ha visto. Pero dadas las circunstancias de que este año pocos son los partidos que podremos ver a través de la pequeña pantalla, solo queda hacerse a la idea y ponerse una radio por gafas. Como quiera que tus ojos pasan a ser los del comentarista de turno, pues conviene elegir a uno que no te ponga el alma en un puño cada vez que el balón merodee por el círculo central.

Comienza a rodar la los primeros 45 minutos y parece que el Cádiz comienza a demostrar su jerarquía adueñándose del balón y haciéndolo circular con fluidez, aunque sin profundidad. Si bien Kiko Casilla pasa a ser un mero espectador durante la primera mitad, tampoco se puede decir que el cancerbero del Roquetas pasara por muchos apuros.

La segunda mitad ya comienza un poco más abierta, con llegadas de uno y otro equipo. Algunas imprecisiones de la zaga amarilla demuestran a Javi Gracia que hay mucho trabajo por hacer. Hasta que en una de las percusiones que constantemente hacían nuestros laterales, Raúl López logra hacer picar a la defensa local y tras un slalom que consigue llegar casi al vértice del área pequeña, provoca que un defensa rival le cruce una pierna contra la que chocar. Penalti que transforma Borja Rubiato y que lleva al Cádiz a jugar un poco más suelto. Las constantes entradas por las bandas tanto de Juanma, Raúl López, Cristian o Enrique hacen presagiar que el segundo está al llegar. Y no tarda mucho que en que en una internada de Enrique, este ponga un centro al que llega Juanma con bastante suficiencia. A partir de ahí, ya solo queda enfriar el partido, aunque sin renunciar a un tercer gol que no llegó, pero que tampoco se antojaba necesario.

Aunque no hubo mucho tiempo desde que el equipo se bajó del autobús que lo regresó de Cuenca hasta el que lo llevó a Roquetas de Mar, si parece que el equipo haya recapacitado de que en 2ª B no hay otra forma de ganar los puntos que no sea con la táctica de “la Cobra”, es decir, jugar lo suficientemente arropados y picar cuando llegue el momento que por otra parte, no son muchos. Y es que hoy, visitando el José del Cuvillo me he dado cuenta de cómo es el fútbol que vamos a sufrir en esta maldita categoría. Mucho centrocampismo, mucha dureza y muy pocas ocasiones de gol, si encima no las aprovechas pues como consecuencia te encuentras con el 0-0 como castigo.

Afortunadamente el Cádiz jugó con oficio y obtuvo el correspondiente beneficio. Sin que esto nos eleve la euforia ahora tenemos una semanita para preparar la forma de derribar la muralla que nos va a plantear el Granada 74.

Yoni Weiss