Cachondeo Superior de Deportes

Esta debería ser la denominación de tal organismo tras saber cómo y de qué manera se ha desestimado el recurso del Cádiz por la alineación indebida de Kiko Femenía.

Para hablar a partir de ahora del grado de independencia que tienen los distintos comités (Competición, Apelación y CEDD) sólo habría que releer las distintas resoluciones en un caso que, desde el principio, siempre se sostuvo con la reglamentación en la mano. La mayor prueba de ello es la reafirmación que sufrirá el Reglamento de la RFEF en ese mismo punto a partir de esta temporada y que va a conseguir que algo como lo del Hércules con Kiko Femenía no ocurra jamás. Si el Reglamento no da la razón al Cádiz, ¿para qué ese cambio?
Varias son las razones que han propiciado que este contencioso no haya acabado con una resolución favorable al Cádiz. La primera de ellas es que el club amarillo no es un “grande” de España y que el organigrama del Cádiz sigue sin estar a la altura de las circunstancias. Otra evidente es el cortijo privado en el que se ha convertido el fútbol español con unos dirigentes más preocupados en dietas y viajes que velar por el cumplimiento de las normas o de mantenerse en los sillones de poder a cambio de prebendas o indultos al más puro estilo de un régimen feudal. Para terminar, el hecho de que Antonio Muñoz se encuentre tras el final de temporada pasado en su peor momento de popularidad entre la afición. Si en vez de estar dilucidándose el descender o no de categoría la situación fuera la de resolver un ascenso, otro gallo hubiera cantado.

Por todo ello tenemos que tener clara una cosa: el fútbol español tiene los dirigentes que tiene gracias a los presidentes de clubes que les votan.

A partir de ahora, sólo queda esperar que el balón comience a rodar el próximo domingo en Roquetas, que todo esto no sirva de excusa jamás para las cuestiones deportivas y que a la afición le sirva el fracaso deportivo de la temporada pasada para seguir madurando.