Otra cosa, es enredar

Cuando la temporada pasada alguien me hablaba de culpables del fracaso yo automáticamente rechazaba esa palabra y la sustituía por responsables. Me parecía más acertada y me lo sigue pareciendo hoy aún más tras escuchar a las dos partes más importantes del organigrama deportivo del club: Julio Fdez. Peguero y Javier Gracia.

Ambos se han mostrado seguros de sus ideas y se han autoerigidos responsables directos de su parcela. El primero de la plantilla elaborada y el segundo del rendimiento que sea capaz de sacarle a la misma. A priori me parece un gran comienzo y a través de mi periscopio adivino en el horizonte ese sentido común que tan en falta he echado temporadas atrás. Luego estará el tema de la pelotita que entre o deje de entrar, pero los cimientos siempre deben ser ésos.

A priori parece una plantilla bastante compensada en cuestión de puestos, contando con el hándicap de sólo tener 22 fichas en el primer equipo. Creo también que han llegado jugadores interesantes para la categoría que nos ha tocado disputar y en el grupo hay otros que deben marcar la diferencia por su experiencia en categorías superiores. Eso sí, teniendo siempre en mente que donde están jugando no es otro sitio que en Segunda B. Mantener su cabeza centrada en la categoría es también trabajo de los responsables deportivos.

La labor del Consejo de Administración en el plano deportivo terminó el día 1 de Septiembre a las doce de la noche y no debe volver a tomar decisiones de esa índole hasta la llegada del mercado invernal si fuera preciso. Ahora todo el peso decisorio debe recaer única y exclusivamente en las figuras del Director Deportivo y Entrenador y la libertad de ambos debe ser total. Llegarán las crisis deportivas (ningún equipo se libra de ellas en todas las temporadas) y serán ellos quienes deban gestionarlas desde sus conocimientos de hombres de fútbol. El resto que dé un paso al lado, por favor.

El domingo vuelve nuestro equipo a Carranza. Espero que esta temporada tenga más momentos buenos que aciagos y deseo que el final sea feliz. Pese a todo, el fútbol es de todo menos lógico y hay que recordar que estamos ante el deporte más caprichoso de todos y en el que más factores intervienen. Los malos momentos, como digo, llegarán tarde o temprano y el secreto para salir de ellos está en dejar gestionarlos a quien sepa de esto. Otra cosa, es enredar.