Se cumplió la segunda etapa de la fase regular de la Liga en 2ªB con una buena imagen y un mejor resultado. No cabe duda de que el mantener la portería a 0 reporta sumar en el casillero, pero si además lo haces sin darle al rival oportunidades de batirte, mucho mejor.

Javier Gracia ponía en el césped a un once de su confianza, y a tenor de lo visto podemos decir que los jugadores han respondido a satisfacción. El técnico cadista era consciente de que no podía defraudar a la numerosa parroquia que hoy asistiría a misa de 7 en su querido templo del Ramón de Carranza. Gracia parece un entrenador bastante listo y sabedor de lo mucho que esta afición lleva sufrido los últimos tres años, pedía a sus jugadores que, al menos en Carranza, aparte de amarrar el resultado, se soltaran y practicaran buen fútbol. El Mr. es consciente de que si engancha a la afición desde el primer minuto, tiene mucho ganado.

Dicho y hecho. Los jugadores cadistas hacían frotarse los ojos a los espectadores con perfectas triangulaciones y con un ofrecimiento al compañero para que la salida de balón fuera fluida y con bastantes opciones. Desde el pitido inicial, el Cádiz se adueñó del balón y lo movía con fluidez de una banda a otra haciendo presagiar a la grada que el gol estaba al caer. En una de estas, el sorpresivo Juanma recogía una pelota que había quedado suelta para enchufarla a la red. Y digo sorpresivo porque el hecho de que Juanma lleve ya dos goles en Liga y uno en Copa se debe a su irrupción en diagonal cuando el balón circula por la otra banda. Para mi, aunque salvando las distancias, se puede convertir en el Sesma de esta Liga, ya que sabe moverse a la espalda de los defensas y así barrer todo lo que caiga por esa parte del área.

Destacar a un jugador, cuando todo el equipo se ha comportado como un bloque, parecería injusto. Pero las sensaciones que han dado todos los balones que pasaban por las botas de Carlos Caballero me ha resultado todo un catálogo de exquisiteces. Todo eso sin desmerecer las incansables subidas por banda de Cristian, o la pelea incansable y oscura de Rubiato, o la también oscura pero eficaz labor de Ormazabal y Fleurquin en la medular y no quiero olvidarme de la sobriedad con la que hoy han cumplido De La Cuesta y Fragoso.

Solo he de poner un lunar negativo a lo visto hoy sobre el césped. Las tarjetas vistas por los jugadores amarillos fueron a mi parecer todas infantiles y evitables.

Caminemos hacia la tercera etapa donde nos encontraremos a dos rivales de consideración. Por una parte un Racing Portuense necesitado de puntos que le otorguen confianza, y de otra parte, la incomodidad que supone el césped sintético del José del Cuvillo. De todas formas, tengamos los pies en el suelo y pensemos que esto no va a ser tan fácil como lo ha estado siendo hasta ahora.