La Crónica Daltónica (desde otro color): Racing Portuense 1 – Cádiz C.F. 2

Como dijo el eminente urólogo francés Noé Grande Niná, tras la exitosa operación de fimosis que practicó a tumba abierta a Nacho Vidal: “Ahora mismo lo importante son los puntos, luego veremos el juego que da”.

En el José del Cuvillo se veían las caras el Cádiz C.F. y el ex Cádiz Portuense en el primer duelo provincial de la temporada. El terreno de juego se encontraba con la yerba bastante alta, aunque fresca por las lluvias caídas el invierno pasado. Normal, eso es lo que tiene la yerba sintética, que se lo traga todo. Como una novia que yo tuve que mis amigos también le decían la sintética, porque era “sintetica”, “sinculico”,… pero tenía un saque mejor que el de Nadal.

El Cádiz saltó al terreno de juego como sabe hacer, o sea, primero salta uno y luego el resto detrás. A veces entran dos a la vez y van charlando de sus cosas, pero no fue el caso de ayer. El Racing hizo lo mismo pero a su forma. El árbitro y los linieres entraron con los amarillos. Buen augurio.

A falta de Ormazábal, Gracia hizo la ídem de poner en el centro del campo a la dupla Bezares-Fleurquin. ¡Eso sí que es creación! ¡Un mojón para el acelerador de partículas de Ginebra! Estos dos juntos crean el big-bang y lo que haga falta aunque, para variar, en el terreno de juego lo único que crearon fue un gran descontrol.

El ex Cádiz Portuense tenía las ideas muy claras y daba bocados. Buen planteamiento de los de Ferri. Los Velázquez y cía. se imponían en testiculina a los Raúl López and co. En el minuto 13 Diego Ramírez, aquel centrocampista que se trajo Orúe del Sanluqueño a cambio de un bocata de choped pork, ponían un centro medido para que Raúl López se despistara perfectamente y dejara rematar a Iturralde. Uno a cero para los colorados.

Al ratito, casi-Casillas sorprende a todos con una patada a la altura de la espinilla de Sambruno –que le acababa de meter el codito en el salto-. Una pamplina que podía haber costado cara. Menos mal que el árbitro en ese momento departía de forma amistosa con unos amigos en el centro del campo, permaneciendo ajeno a este bonito intercambio de regalos.

Antes del descanso, nuevo descontrol de la zaga cadista deja a Sanlúcar sólo ante Casilla que despeja in extremis con el pie en postura cuanto menos anardada. A descansar.

La segunda parte comienza igual que la primera pero una hora más tarde y con los equipos cambiados de campo. El resto, más de lo mismo.

El equipo amarillo intentaba jugarla al toque pero la dupla Fleurquin-Bezares destruye cualquier jugada con independencia del equipo que la esté jugando en ese momento.

Los minutos volaban más que correr y el Cádiz estaba más perdido que los post del foro del portal cadista. Errare humanum est. Ego te absolvo, pero no trabajes si le has dado más de un sorbo.

Hasta que, a Dios gracias, Gracia se enmienda y da entrada a Toedtli a cambio de Bezares. El debutante realiza un buen partido y todos los balones que toca los hace con sentido. Caballero se va para atrás y el equipo se viene para delante. Jugada completa, jugada comansi. A por el partido.
En otro descontrol de De la Cuesta, extraño con lo bien que conoce este jugador El Puerto y sus gentes, se le va su par y lo derriba antes de que entrara en el área. Lástima para el Portuense que en ese instante el árbitro estuviera departiendo amistosamente con unos amigos en el centro del campo y permaneciera ajeno a la jugada. Amarilla. Como no espabile pronto va a tener que hacer como nuestro paisano Celestino y hacer Mutis para Colombia del tirón.

Minutos más tardes, en un corner Fleurquin -ya liberado de la pesada carga de crear- la peina para que Enriquinho –muy adobado toda la tarde- remate al fondo de las mallas. Empate a balón parado.

En el minuto 90, nuevo corner que remata a la perfección Toedtli, marcando los tiempos y por derecho, adelantándose al portero Taranilla que se mostró bastante contrerado. Perdón, contrariado. Fin del partido. Vamos rapidito que se forma un atasco a la entrada del puente que no veas.

En la posterior rueda de prensa Ferri dejó entrever que durante su anterior etapa como portero algún que otro golpe intencionado en la cabeza le darían que le ha dejado alguna secuela sin importancia. Le echó la culpa al árbitro pero éste no tuvo culpa de nada. La culpa fue de unos amigos con los que departía amistosamente en el centro del campo y que le imposibilitaron ver las jugadas conflictivas. Y no es que yo sea anti-ferri, pero soy más partidario del Vaporcito.

Mucha suerte al Racing Portuense, que cuenta con un buen equipo y una buena afición que no paró de animarlos en todo el partido. A partir de ahora que ganen todos los partidos menos el de vuelta en Carranza.

Lo dicho, lo importante en esta fase son los puntos y cuantos más se consigan mejor. Ya habrá tiempo para el buen juego. Ayer se ganó de papa en el minuto 90 y en un mal partido. La temporada pasada se hubiera perdido en el mismo minuto. Algo está cambiando. Sopla el viento a favor después de mucho tiempo.

Cierro esta crónica desde un chiringuito de la playa observando embobado las acrobacias y bonitas piruetas de la inigualable Patrulla Águila, con unos loopings impresionantes y unos picados que para sí los quisiera la pared de mi salón. Para regocijo de mi conciencia pacifista han dejado muy claro que, en caso de guerra, al enemigo matarlo no lo mataremos, pero lo distraeremos un montón.

Abrazos cadistas.