La Crónica Daltónica (desde otro color): Cádiz 5 - Ceuta 2
El domingo pasado estuve con mi amigo Eduardo en el Salón del Manga. Como buenos gaditanos hicimos honor al Manga y nos lo pasamos en grande: mangamos comics, mangamos muñequitos, mangamos camisetas, mangamos hasta un disfraz de Pikachu. ¡Qué pechá de mangar! Mi amigo Eduardo cogió de todo: pegatinas, posters, espadas de cartón piedra, culos con falditas escocesas plisadas…. Por coger cogió hasta el anisaki. Incluso nos dieron piquitos y abrazos a cambio de puntos. Qué punto. A Eduardo se le abalanzó un bigardo de 1.95 vestido de Naruto con voz de valdepeñoso y, obviamente, no supo decirle que no. Incluso se enamoró: quedó prendado de la ganadora de Cosplay-Station 3. Normal, con lo guapetona que es. Ahora, que dice que esa cara le suena. Ya la cogerá por su calle. Eso sí, nos quedamos con las ganas de cogerle un pecho a Afrodita A, pero es que no tuvo necesidad de lanzarlos fuera. Para que luego digan que la juventud de ahora no es sana. Hombre, peor es que caigan en la droga, ¿no? ¡¿NO?!
Este domingo ha sido especial por muchas cosas: primero, porque era fiesta, como todos los domingos; segundo, porque por culpa del temporal no se jugó en Carranza, como todos los domingos de la temporada pasada; tercero porque era el día del Pilar y es lo que hice, delpilarme las piernas y los cuatro pelos del pecho-legionario este que Dios me ha dado y darme un jacuzzi. Con la que estaba cayendo. Me estaré volviendo metropolitano-sexual.
Festival de goles en Carranza. Hoy tocaba merendar Caballas con babeta. Caballa, el equipo ceutí que hizo un buen partido -a pesar de la manita que se llevó- y babeta su entrenador, el tal Benigno, burdo imitador de Josemi Rodríguez-Sieiro. Hay que saber perder y no perder los papeles con estúpidas amenazas de niño chico de ya te cogeré en mi calle. Olé Benigno, óle tu maligno comportamiento, olé tu suicida planteamiento y olé tu modelito de Eutimio. Ole, ole y ole. El mundo es de los gafapastas y no de los de las de metal. Míralo, míralo ya se ha mosqueao. Tranquilo que tienes todo el camino de vuelta y otro pasaje por el estrecho para calmarte. El tercero que te dan en un día.
El Ceuta se adelanta a pelota parada y defensa también. Javi Navarro –el mejor de los blancos- aprovecha el enésimo regalo de la defensa amarilla para batir de un certero cabezazo a Casi-casillas, que no puede hacer nada por evitar el gol. Me alegro por Javi Navarro, aquella joven promesa cadista que despuntaba en el Cádiz de Orúe y que vio truncada su progresión por meter la pierna, cosa que algunos del año pasado, por ejemplo, no saben ni lo que es. Y encima ni celebró el gol. Mucha suerte Javi. Ea, uno a cero, toca remontar.
Antes del gol ya merecía el Cádiz ir por delante con un impresionante tirazo de Mariano Toedtli. Pero claro, si llega a entrar el estadio se hubiera venido abajo y no está la cosa como para construir uno nuevo. Deja, deja, con lo que están tardando en derribar tribuna.
En el minuto 30 empata el Cádiz con un gol psico-ilógico. Ya me dirán si es lógico que remate Mansilla de un bonito testarazo, rebote en Javi Navarro que, de otro bonito testarazo, manda la pelota a Castaño que, de otro tercer bonito testarazo meta la pelota en la red. Carambola. Qué tacada.
El equipo de la ciudad autónoma se fue al descanso con uno a uno… antes de que el Cádiz marcara el segundo. Igual fue que Benigno traía un reloj de Ceuta y mandó a los suyos al vestuario antes de que pitara el árbitro. En el minuto 45 el Cádiz se pone por delante del marcador con una perfecta jugada a la contra, pase de calidad de Fran Cortés a Toedlti, que amaga y cede a Juanma para que la empuje. Gol de los denominados psicológicos. Tras la celebración, esta vez si, todo el mundo a la caseta.
Ya sea por el temporal en el estrecho, ya por marejadilla en el vestuario, el caso es que nada más reanudarse el partido Juanma hace un gol psiquiátrico, que es de más gravedad que uno psicológico. El Ceuta ni se enteró que ya había comenzado la segunda parte. Tres a uno en el minuto cuarenta y seis. Vámonos que nos vamos.
Como el partido ya no tenía historia, Cristian R.N. se encarga de darle emoción y hace una sensacional sesión a ninguna parte, que aprovecha Fran Amado por su gente para acortar distancias. Tres a dos. Ya está aquí el conquense.
Cristian se viene abajo, pero todo lo que él puede venirse que es poco y enseguida se crece y realiza una internada por su banda, pase con la cintura al defensa y la clava de potente disparo cruzado. Golazo de categoría internacional. Cuatro a dos. El lateral se marcó un partidazo.
A esas alturas, el Ceuta ya hacía aguas por todos lados y su defensa tenía más fallos que el nuevo pabellón del casco antiguo. En otra internada por la derecha, Enriquinho en adobo –que estuvo más chupón que Drácula en una despedida de solteras- se marca una nueva asistencia para que Juanma haga el tercero en su cuenta particular. No hay quinto malo. El malo es el seis (no lo digo por Bezares, que cuajó un buen partido el ratito que jugó).
Mención especial al paradón que hace Casi-Casillas en un tirazo de Elvis, que está vivo pero cambiado. Ni para bien ni para mal. Cambiado.
Total que como en Carranza no se marcaban cinco desde la despedida de primera contra el Málaga, la gente empezó con los oles, oles y los jugadores caballas se mosquearon. Hombre, podían haberse mosqueado entre ellos porque no estuvieron muy finos en defensa pero vamos, hasta cierto punto lógico porque a nadie le gusta que lo toreen. Ahora que montar una tángana final ya es excesivo. Si te meten cinco a agachar la cabeza y rapidito para los vestuarios porque algo malo seguro que habrás hecho. Solamente faltó Mario Silva en calzoncillos y sacado a hombros para que la felicidad fuera completa.
Ahora que la afición se pasó tela. ¿Por lo de los ole? No, por lo de la ola, con la de agua que cayó el sábado lo que faltaba ahora era hacer la ola. Mientras todo el estadio hacia la ola el carajote de mi amigo Eduardo se ponía a cogerla. Y entre oles y olas, se llegó a la hora.
Fin del partido. Lideres con 21 puntos y el Ceuta, que no se mosqueen que seguro que al final estará en la pomada porque tienen un buen equipo, a diez puntitos. Y Benigno, cálmate, relájate. Si en la segunda vuelta no nos traemos los tres puntos, por lo menos nos traeremos un cartón de tabaco y dos botellas de whisky de manta, el whisky de los entrenadores malutos. Vamos a por el Puertollano que es un equipo difícil pero con una rima fácil. ¿Este es el antiguo Calvo Sotelo? No tienes tú trienios ni ná, cohone.
Bueno vámonos para casa ¿En la moto? No Eduardo, ¿a ti no te gusta coger de todo? Pues ahora te coges el autobús.
Abrazos cadistas.
José Manuel Ramos «Pichili»