La Crónica Daltónica (desde otro color): Cádiz 1 - Balompédica Linense 2

Foto: PortalCadista.com

¿Qué diría el  millón de lectores que…, Ah, disculpen, que me he venido arriba. Empiezo. ¿Qué dirían lo doscientos cincuenta mil lectores que (¿tampoco?), ajá, a ver… ¿Qué dirían los mil  doscientos lectores… (¿menos?)… ¿Qué dirían los trescient… (¿¡¡¡cuatro!!!?).
 
¿Qué dirían mis cuatro lectores si vieran que hoy llego yo y cojo y titulo “La crónica daltónica” y pongo: “¿Cuál es el animal más fiero: ¿El león? ¡No!, el “Lopinta” ¿Por qué? Porque no es tan fiero el león como el lopinta. Hasta luego. Abrazos cadistas”. Exactamente. Dirían que es una tomadura de pelo, una falta de respeto. Y encima el chiste es copiado.
 
Pues eso es lo que me ha parecido lo de esta tarde en Carranza, un mal chiste. Y más en este día de contrastes, día en que los cadistas empezamos acordándonos de nuestra madre y terminamos acordándonos de la madre que parió a los futbolistas.
 
La semana vino marcada por la famosa foto, ¿la de los culos de la At-Leti y la Carla Bruni, portada de todos los periódicos y revistas nacionales? No, la de Juan Carlos Primero y David Almorza Después. Da igual que uno sea  republicano, monárquico o, incluso -mucho peor- dentista. El caso es que es la foto es un puntazo. Bien David, bien pisha.
 
La mañana había comenzado redonda, celebrando la Primera Comunión de mi ahijado Samuel. ¡Ay! ¡Parece que fue ayer cuando yo la hice, con esas gafitas de pasta celestes! Para mí fue el día más feliz de mi vida. Bueno, justo hasta aquél en que, ya de mayorcito, -en segundo de bup- una repetidora impresionante me hizo su segunda comunión. ¡Ese sí que fue un día feliz!
 
Rendía visita a Carranza una Balona de tercera que hacía pasillo al campeón de la liga regular, regular tirando a buena. Todo un detalle. Lástima del descenso de los albinegros. Nada, el año que viene le cedemos a Bezares y, con un poco de suerte, vuelven a ascender. ¿Que a lo mejor lo reclaman del Ofi? ¿De Creta? Ah, del de Microsoft. Ya. No sé, no le veo.
 
El partido vino marcado por lo acontecido en el minuto doce: Cristian cede de forma errónea  un balón hacia su área de defensa, Fragoso, embelesado por el grácil vuelo de una paloma torcal no llega y  derriba dentro del área al balono Chico, que exagera.  Penalti y expulsión. El penalti lo transforma el propio chico, engañando a Dani Miguelez.
 
Lo que se presagiaba como un homenaje a la afición, se convertía en un homenaje a la aflicción. Gracia daba entrada a David García, que se ha llevado toda la temporada reclamando un puesto en el titular. Visto el partido que se ha marcado el central valenciá yo creo que se ha ganado un puesto… de verduras en el mercado de abastos.  
 
Si la tarde ya no acompañaba por el levantazo que hacía pues menos con el juego que ambas escuadras desplegaban sobre el césped del vetusto nuevo-viejo estadio Ramón de Carranza. Por un momento parecía la continuación del Madrid – Barça de ayer, pero fue que el de la fila de debajo de mí estaba fumando una mezcla muy extraña de yerbas aromáticas y labores de tabaco y enseguida se me pasaron los efectos.
 
 Pudo llegar el empate al filo del descanso en una falta que bota caballero y Enriquinho –muy adobado- remata alta en el primer palo.
 
Pero lo peor estaba por llegar. En el descanso recibí un sms que leo textualmente: “Mi madre se ha venido a casa para recoger su regalo. Viene con sus amigas. Tráete dulces para merendar.  Sin azúcar. Aligera.”. Horror, mi suegra y sus compinches han invadido el salón de mi casa. Y dulces sin azúcar… Po que le pongan otro nombre. ¿Puede pasar algo peor? Pues sí, efectivamente, a los dos minutos de la reanudación, Cristian realiza una impresionante cabalgada a ninguna parte, dejando hueco para que Copi se interne, se vaya de García, que parecía harto de copis,  y ceda atrás para que Joseph marque el cero a dos. El líder, parecía el Lidl, con una defensa de oferta.
 
Gracia movió ficha y sustituyó a un cabreado Enrique por Álvaro. Estaría cabreado por su juego, Digo yo.
 
Álvaro iba a jugar de titular pero en la foto esa que se hacen antes de empezar con un montón de niños lo confundieron y se lo entregaron  a una madre despistada que se lo llevó a su casa, a pesar de las quejas del delantero. Advertida del error lo devolvió al Carranza a mediados de la segunda parte y ya pudo entrar al terreno de juego.  “Yo extrañaba la casa, la señora quería que me tomara un petit suisse multifrutas y los juguetes no eran los míos”, declaró compungido a los medios.
 
Viendo lo que han aportado algunos fichajes, hemos realizado una operación de investigación sin parangón y, en exclusiva para portalcadista.com, ofrecemos los primeros sones del estribillo de  la  canción con la que se motiva el director técnico mientras va por esos campos de Dios descubriendo perlas para la próxima campaña, que reproducimos por el bien de la humanidad:
 
(Con la música de Soy Minero, de Antonio Molina)
 
“Soy Peguero,
y realizo los fichajes
a coste cero.
Soy peguero,
busco gente con caráste
o metro y medio…” (Continuará).
 
En el minuto 72, Caballero es pateado en el área. Penalti que el propio hidalgo transforma con suspense. Con la entrada de Jon Érícé el centro del campo cadista mejoró y puso sitio  a la portería balona y el empate pudo llegar en dos ocasiones pero los goles de Ormazábal y Toedtli –un golazo, aunque parece que Mariano se la lleva con la mano- fueron anulados.
 
Total, que el partido no dio para más. El Cádiz despide la liga regular con una derrota. Que sea la última de esta temporada.  No tengo la menor duda que los partidos del play-off serán diferentes, aunque la pinta del león cadista no haya sido tan fiera. A remar. Ora pro nobis. Por lo que a mi respecta, gracias por el homenaje, pero otro día, si no os importa, me lo dais de gambas –aunque sean de Huelva- o avisáis con tiempo para no ir. Pues eso, a ganar en Guadalajara.
 
Me voy, que estoy acojonado, que ayer dejé la moto aparcada un momento en la calle Méjico, esquina a la Pl. de la Hispanidad y estoy empezando a estornudar. No sé si eso será un factor de riesgo. O la peste equina. Por burro.
 
Abrazos cadistas.

José Manuel Ramos «Pichili»