Mercado tieso

Desde el tremendo fiasco de hace dos temporadas me tengo prohibido hacer demasiadas cábalas sobre lo que puede ser la temporada. Fue para lo único que me sirvió el descenso a Segunda B y creo que, como a mí, a muchos les pasa lo mismo.

En el aspecto deportivo no cabe duda que la imagen del equipo ante los ‘camachitos’ nos dejó un buen sabor de boca y que es una obviedad que haber mantenido el bloque de la campaña pasada significa tener mucho camino andado. Los nuevos parece que se están adaptando muy bien y por ello hay que sentirse contento.

Mención aparte hay que hacer al capítulo de salidas. Esa contingencia está retrasando la llegada de alguna incorporación más y, aunque aún queda mucho tiempo, que se alargue en el tiempo llegar a un acuerdo con los transferibles puede ocasionar más de un problema. El mercado no está para que muchos equipos hagan cola para llevarse a Bezares, Parri, Juanma Delgado, David García o al resto de descartados, y la manera en la que Julio Peguero explicó las razones para su no continuidad tampoco ayuda demasiado. Un error que quizás haya que corregir en ocasiones futuras.

Que estos jugadores trabajen aparte del resto es lo más lógico del mundo. Entrenan en las instalaciones del club, con personal cualificado y en su contrato no entra tener que jugar amistosos. Por otra parte repercute negativamente en el trabajo del equipo que Javier Gracia cuente con 30 jugadores. El sábado llegará Parri y tendrá que unirse a esos compañeros que aún buscan acomodo en otros equipos. ¿Lo conseguirán? Espero que así sea, tanto por su bien como por el del equipo. Es una pena que otra temporada más los grandes equipos españoles manden sus millones de euros a otras ligas, despreciando el producto nacional y dejando el mercado patrio tieso como una mojama.

Poco a poco. Así tendrá que irse conformando definitivamente la plantilla con la que se luchará por la permanencia y será entonces cuando caiga sobre Javier Gracia y Julio Peguero la responsabilidad de los éxitos o los fracasos.

Miguel A. Vallecillo