La Crónica Daltónica (desde otro color): Cádiz 0 - Huesca 0
Como dijo el profesor de física cuántica y química tántica de la Universidad de Maechaochuches, Mr. Pich Ilyto, después de años de estudio y de una vida ascética y contemplativa, “El tiempo pasa inexorablemente para todos, incluso para el reloj”.
La semana vino marcada por la destitución de Javi Gracia. El buen entrenador navarro fue echado a los leones con alevosía y nocturnidad tras la goleada en Anoeta. Lógico, teniendo en cuenta que había perdido contra el líder de la categoría y quedaba a nada menos que dos puntos de los puestos de permanencia en la categoría, el triunfal objetivo marcado por el dueño de la SAD para esta temporada.
La llegada del tándem Espárrago-Soler ha servido, al menos, para que el Señor de Los Olivillos reconozca un error. A toro de película de Tom Cruise pasado declaró que no tenía que haberlo cesado tras el último descenso a segunda. A buenas horas magas, Tete. El técnico uruguayo demostró, una vez más, su caballerosidad aceptando el difícil reto de hacerse cargo de una plantilla confeccionada, -por mucho que se intente hacer ver lo contrario- a espaldas de los deseos del anterior inquilino del banquillo cadista. A ver, por poner un ejemplo clarificador, los fichajes de verano han sido para Gracia como mis Reyes de este año, que me he pedido la play Station-3 y me han traído unos calcetines.
Tarde de reencuentros en Carranza: Espárrago se reencontró con la afición Cadista, que lo recibió con una calurosa y emotiva bienvenida; Calderón se reencontró con un Carranza en el que dejó menos amigos que Muñoz agregados al Facebook; y yo mismo con mi propio ser, que me reencontré con una antigua novia que me dejó por otro más guapo que yo, por difícil que parezca. La hija-puta se hizo la tonta cuando fui a saludarla y no me hizo ni puñetero caso. ¿Es que no queda ni un rescoldo dónde hubo llama de fuego, no de animal andino?
En la entrada repartieron ejemplares de la revista Ese Cádiz No É, que se caracteriza por tener más anuncios que letras y que destaca porque en casi todas las fotos salen dos pueblos de la provincia: Medina y El Colorado.
El partido fue de esos bonitos de ver… en tu casa, con un refresquito y un bidón de palomitas mientras estás atento a una película de acción, porque si no te ibas a aburrir como una ostra sin perlas. ¡Vaya tostón!
Ya de entrada se vio que jugaban los mismos matracas que con Javi Gracia, por lo que no andaba muy descaminado el mister navarro cuando alineaba una y otra vez a estos malutos, lo que dice mucho a favor del Director Deportivo.
No obstante lo cual, el Cádiz salió con muchas ganas y tuvo un par de ocasiones para marcar que si hubieran entrado las dos estaríamos hablando de que ya irían dos a cero. Enrique –que cuajó un gran encuentro- asistió a Fran Cortés, pero el gaditano se deja la pelota atrás y Doblas atrapa sin dificultad en última instancia. Tampoco pudo concretar Álvaro Silva en un remate a balón parado. Ya ves, en Cádiz, hasta los balones están parados.
Sin estar haciendo un buen partido a los chicos de Espárrago se les veía muy motivados, con mucha tensión en cada jugada e intentando hacer las cosas bien. El juego trenzado, vulgo toca y toca sin profundidad, había dado paso a un juego más directo, vulgo patadón pa’lante y a correr.
Por el contrario, el equipo bolskano se pertrechaba bien atrás esperando las acometidas cadistas. Toedtli ganaba todos los balones por alto a los centrales pero la lucha y briega del argentino se antojaba estéril al estar más solo que la una cuando la una está sola.
La primera parte tocaba a su fin en un quiero y no puedo. La tranquilidad e ilusión que la llegada de Espárrago había supuesto durante la semana se transformaba en menos de cuarenta y cinco minutos en cruda realidad.
En el descanso, Víctor le dio una importante consigna a Soler que, en exclusiva, dejamos reproducida por el bien de la humanidad: “Luisito, pibe, si esto es lo que hay vete corriendo a la Agencia por los billetes de vuelta.”
Mientras tanto, en el verde tapete los suplentes entrenaban a las órdenes de Juan Solla e Iñigo Arteaga, que creyeron que la palabra dada por los charcuteros and co. tenía algún valor. Pobres ilusos, ¡como si estuvieran entre hombres de honor!
En la segunda parte, Espárrago da entrada a Nano por Cortés y coloca a Enriquinho –en su salsa- de segundo delantero, en pos de la victoria. Con el empuje de la grada parecía que el gol iba a llegar de un momento a otro, más por ganas que por ocasiones, pero las imprecisiones en los últimos metros daban al traste cualquier atisbo de mejora.
Para más INRI, Calderón terminaba de romper el partido dando entrada a Bangoura y Kosowski… uy, perdón, qué lapsus, que no se los ha llevado para el Huesca, digo dando entrada a Gallardo y a Moisés, un jugador con muchas tablas.
Total, que entre que el Cádiz no llegaba y que el Huesca de Calderón daba sueño y los sueños dueños son, a ver si los dueños se dan cuenta y traen unos cuantos fichajes ¡que sean titulares! para, cuanto antes, apuntalar a este equipo.
Como dice Saramago, un pesimista es un optimista bien informado pero si hay que quedarse con algo positivo me quedo con que no se encajaron goles, con que la defensa estuvo más contundente y con que cuando cantó la chirigota de Almería yo ya me había quedado dormido.
Yo estoy tranquilo porque si Espárrago fue capaz de lograr que Bezares pareciera un futbolista no dudo que, reforzando en condiciones la plantilla, se obtendrá la permanencia.
En fin, que habrá que tener presente al científico americano y darse prisa con los fichajes porque el tiempo vuela y a más de uno se le puede quedar el reloj parado. Al tiempo.
Abrazos cadistas.
P.S.: Mucha suerte, Javi. Gracias.
José Manuel Ramos «Pichili»