Bálsamo para las heridas...

La victoria obtenida hoy en el frío feudo de “Los Pajaritos” ha significado el bálsamo que este equipo necesitaba para poder creerse que salir del boquete es posible y factible. No paramos de escuchar semana tras semana que la igualdad que hay en esta categoría es tan grande que cualquier equipo de los que están en la zona de peligro puede ganarle a cualquiera de los aspirantes a dar el salto a primera.
 
No podemos obviar que las dos salidas consecutivas con las que el Cádiz afrontaba el ecuador de la liga se antojaban complicadas, ya que además de la adaptación de los jugadores a los métodos y sistemas de un nuevo entrenador, había que contar con un plantel plagado de bajas entre sanciones y lesiones. También los jugadores debían de andar nerviosos entre los rumores de salidas para hacer hueco a las nuevas incorporaciones. El caso es que no era una semana propicia para pensar en asaltar la banca. Pero como dice el refrán: “Cuando menos lo esperas salta la liebre”.
 
Paradójicamente, fueron los amarillos y azules los que ejercieron de sorianos en los primeros minutos. Es decir, colocaron una sólida muralla numantina contra la que se estrellaba una y otra vez el empuje inicial del equipo local, un empuje tan insistente como estéril. Una vez campeado el temporal el Cádiz comenzó a sentirse cómodo sobre el terreno de juego y a jugar un fútbol de contraataque que dio muy buen resultado.

Foto: portalcadista.com

A pesar de encajar un gol en las postrimerías del encuentro y a pesar de sufrir un más que dudoso penalty minutos después, el Cádiz dio sensación de tener el partido en todo momento bajo control. Puede decirse que ha sido la victoria más cómoda y con menos sufrimiento en lo que llevamos de liga.
 
Yo no sé si la mano de Espárrago ha comenzado ya a dotar al equipo de un “saber estar” sobre un terreno de juego, pero algo ha cambiado del Cádiz de Javi al Cádiz de Víctor. Ni Huesca ni Numancia han dado sensación de morder al Cádiz, Y es que el equipo se ve más junto en sus líneas y manteniendo la posición a base de concentración y sacrificio.
 
Esperemos que esto no sea la típica reacción que se produce cada vez que al equipo llega un entrenador nuevo y a las dos o tres semanas se vuelva a las andadas, que eso es lo que ocurrió la temporada del último descenso. Creo que el tándem Espárrago-Soler pueden mantener esa tensión necesaria para que el equipo no se rompa en lo que resta de temporada.
 
Ya han tenido tiempo de valorar las carencias del equipo y esperemos que Muñoz escuche sus peticiones y las haga realidad. Mejor gastar ahora para cumplir el objetivo que escatimar y terminar dando con nuestros huesos en el pozo.

Yoni Weiss