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Camino a la perdición
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27.03.2010 |
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El título de esta gran película me viene que ni pintado para describir las sensaciones dejadas hoy en el Stadium Gal. Cádiz C.F. y Real Unión de Irún ascendieron juntos, deambularon por la segunda división juntos y tienen toda la pinta de regresar al pozo juntos.
Hoy hemos presenciado un típico partido de Segunda B, con dos equipos cargados de jugadores de Segunda B, en un campo de Segunda B. Blanco y en botella. Y hasta parece que la expedición cadista hasta cantara aquello de: “hemos venido a emborracharnos, el resultado nos da igual”. Celebrar el empate a cero tras el pitido final ya ha rozado el esperpento. Ver como los jugadores cadistas se ponían deliberadamente a perder tiempo es una afrenta a esta afición y a este escudo.
Hoy no he entendido demasiadas cosas. De entrada, la alineación inicial. De segunda, la disposición táctica de las piezas en el tablero. Y mucho menos entendible, la imagen mostrada hoy en un partido en el que se suponía el despegue definitivo para afrontar el tramo final de la temporada. Ir al País Vasco a jugar al frontón es poco menos que auto-suicidarse. Y para colmo, parecía que era el equipo local el único que se jugaba algo de verdad. Para mí, el empate supone una derrota porque el punto de hoy es inmerecido.
Si continuamos con las declaraciones en rueda de prensa del Mr. y los jugadores amarillos ya es de insulto a la inteligencia de los cadistas. A Espárrago se le deben de haber acabado los argumentos para decir que si no cuentan los partidos anteriores donde el Cádiz ha merecido mayor premio. Don Víctor, eso es negar la mayor. Conste que yo siempre he sido de los convencidos en que su experiencia y trayectoria sabría enderezar la nave, que solo era cuestión psicológica y que usted ordenaría el puzzle que no dejaron terminar a Javi Gracia, al que por cierto, habrá que terminar por admitir (a quien corresponda) que no era el culpable de la situación. Hoy, a preguntas de los periodistas, ha declarado que “no estamos en ningún velorio”. Pues mire usted, los cadistas estamos con la misma angustia que cuando el médico sale de la UVI y nos comunica que no se puede hacer nada por nuestro familiar y que lo van a ir desconectando de las máquinas, y que solo queda esperar el desenlace final.
Pero las declaraciones de los jugadores no se quedan atrás. Desde la risita de Raúl López mientras intentaba justificar el por qué de su celebración tras el pitido final, a las declaraciones de Fragoso diciendo que el próximo partido sí que será una final o a la valoración de la mayoría que se consolaba de que al menos se había mantenido la portería a cero. Y yo les preguntaría ¿por méritos vuestros o por la falta de puntería de los delanteros irundarras? Porque vamos, si no has visto el partido y lees mañana las declaraciones de los jugadores en la prensa podrás llegar a pensar que el Real Unión apenas si tuvo ocasiones de gol.
Hoy en el descanso llegué a pensar que los 45 minutos malos del Cádiz en cada partido ya se habían superado. Pero que va… la segunda parte fue aún peor porque hubo que recurrir a las estampitas de todos los santos para que los disparos locales acabaran en la madera o rozando el arco.
Recuerden que esto es solo un artículo de opinión, donde los administradores de Portalcadista me dejan expresar mis sensaciones libremente. Que ni pretendo sentar cátedra ni reconvertir a los que prefieren que se les escriba lo que a ellos les gusta leer. Mi opinión no vale más que la de cualquier otro cadista, pero al menos es la mía.
Disfruten de la Semana Santa gaditana y recen mucho para que el Domingo 3 de Abril se produzca la resurrección en el templo del Carranza.
Yoni Weiss/Portalcadista.com