Hay miles de cadistas repartidos por el mundo siguiendo al equipo de sus amores desde la distancia. Y uno de ellos tiene un significado muy especial para todos nosotros. Él fue uno de los artífices del último ascenso a Primera División y las dos temporadas que permaneció en nuestro equipo sirvieron para que quedara totalmente enamorado de nuestro Cádiz, de nuestra gente y de nuestra tierra.

Él no es otro que Luís Soler. Le hubiera gustado estar en estos momentos junto a nosotros, junto a los suyos pero la distancia no le impide contarnos que, a más de 9.500 kilómetros hay un cadista que estará animando, como uno más de nosotros, a su equipo.