El 19 de julio de 2015, Aridane Hernández llegaba al Cádiz CF en calidad de cedido procedente del Granada CF y sus primeros partidos de amarillo, tanto en pretemporada como en liga, no fueron precisamente los mejores que pudiera recordar en su carrera deportiva el central canario.

Pero el cordero fue convirtiéndose en león y a base de la confianza que todos sus compañeros depositaron en él y, sobre todo, Claudio Barragán, Aridane se hizo un hueco en el equipo titular del que prácticamente no salió a partir de la jornada 11 de la temporada pasada. El de Tuineje lo jugó casi todo y fue pieza clave en la defensa en la que Álvaro Cervera confió para conseguir el ascenso a Segunda División.

A base de esfuerzo y tesón, Aridane se había ganado el cariño de todos los cadistas, los mismos que celebraban este verano que el Cádiz CF se hiciera en propiedad con sus servicios, firmándolo por tres temporadas, y que cada vez que pueden le cantan con cariño el "Aridane no falla".

De nuevo esta temporada Aridane está siendo un fijo para Álvaro Cervera y el canario, además de debutar en Segunda División, lo ha jugado todo y bien, perdiéndose solo un partido por sanción, y anotando su primer gol de amarillo. Y este pasado sábado, ante el Levante UD, superaba los 50 partidos, entre los 38 de la pasada temporada y los 13 de la presente... y seguirá sumando.