El partido en el Nou Estadi se ha decidido como lo suelen hacer la mayoría en esta categoría: por pequeños detalles. El Cádiz no supo aprovechar en los metros finales dos buenas acciones de la primera parte mientras que el Nástic sí lo hizo con una gran jugada de banda a banda, digna de cualquier equipo de la parte alta, y en la que encontró la colaboración de la defensa cadista en su propia área. Una zaga que había rayado a buen nivel hasta ese tanto de Uche pero que a partir de ese momento hizo aguas como no lo había hecho en las últimas jornadas.

Cosas que pueden pasar y a las que no hay que darle más vueltas. Pero además de eso el Cádiz hoy ha sido un equipo sin ideas ofensivas. Con la ausencia de Álvaro García y el tan solicitado trivote en el centro, la sorpresa tenía que venir por las bandas a través de Aitor y/o Salvi. Pero ni el onubense ni el sanluqueño estuvieron a la altura para erigirse en protagonistas en el día de hoy.

Tenía que llegar la derrota y ha llegado en un partido en el que el Cádiz mereció muy poco. Ahora, ocho días por delante para preparar el duelo ante todo un Real Zaragoza en Carranza. La clasificación nos respetará hasta entonces. Porque para eso sirve la buena racha obtenida en las siete semanas anteriores.