El equipo afronta esta semana con felicidad e ilusión. La buena marcha en liga dibuja una sonrisa en el rostro de todos ellos y quieren que esa siga ahí después del partido ante el Sevilla Atlético del próximo domingo. Javier Carpio, que pasaba este miércoles por rueda de prensa, hablaba de la importancia de esta última cita del año y lo importante que sería cerrar el 2016 con un buen resultado. “Disfrutando, pero sabiendo que queda un partido complicado el domingo. Tenemos que darlo todo antes de irnos de vacaciones porque así pasas mejor las Navidades. Estamos concienciados, no pensamos en las vacaciones. Miramos al Sevilla y hay que aprovechar este buen momento”.

Para el lateral zurdo la clave de las últimas jornadas está siendo en la creencia absoluta en lo que se hace. “El equipo tiene una seña de identidad, lo de Tarragona podía pasar, pero el equipo no se vino abajo. No supimos reaccionar en Tarragona y en Córdoba sí supimos”.

El partido en El Arcángel pudo marcarlo la jugada del penalti señalado a Sankaré. Carpio lo califica como raro. “Los penaltis ante Rayo y Huesca, vale, pero el del Córdoba es raro. No hay que pensar nada más, los árbitros se equivocan y aciertan y no hay que darle vueltas”

Resaltó también el buen momento por el que están pasando todos, lo que hace muy difícil entrar en el once o incluso en una convocatoria. “El míster ve los entrenamientos todos los días y yo creo que le cuesta hacer la convocatoria. Todo el mundo demuestra que puede jugar en este equipo. Tenemos un buen tono físico y poco a poco fuimos cogiendo las ideas hasta dar con la clave. Creo que se está plasmando en el campo”.

También recordó errores pasados de los que se han aprendido. “El hombre por naturaleza sabe que de los errores se aprende, hemos madurado y aprendido de lo que no sabíamos hacer. Cuando vamos ganando hemos aprendido a no jugar a lo que quiere el rival”.

En estos momentos es el dueño del lateral diestro, aunque recuerda que Juanjo está ahí y trabajando muy duro para ponerle las cosas difíciles. “Tengo la misma competencia con Juanjo que cualquier otro compañero. Está trabajando, lo da todo en el entrenamiento. Es buen compañero y se le ve implicado. Está metido y yo no soy el que decide. Para mí, chapó por el compañerismo que tiene Juanjo”.

El Sevilla Atlético es el único filial de la categoría, una circunstancia que hace el partido algo más complicado. “No me gusta jugar contra filiales porque quieren demostrar para jugar en el primer equipo. Juegan más sueltos, no tienen presión, solo quieren hacer ver al entrenador de la primera plantilla que puede contar con ellos. Creo que va a ser un partido bonito aunque duro”.

El discurso no cambia a pesar de que le pueda preguntar por la posibilidad del ascenso poniendo como ejemplos a equipos como el Alavés, con el que consiguió subir a Primera la pasada campaña. “Todos los equipos son diferentes. El Alavés estaba consolidado en Segunda, el Cádiz lleva este año. El éxito de este equipo es el partido a partido. Pensamos en intentar sacar los 30 puntos antes de irnos de vacaciones y volver con las mismas ganas”.

Por delante de él en banda Cervera ha ido colocando a varios jugadores durante la temporada. “Con Salvi me llevo bien, tanto dentro como fuera del campo y hay otros compañeros como Nico o Aitor que también está jugando en banda derecha. Trabajo y trabajo es lo que se les pide y que cuando cojan el balón hagan lo que quieran. Me entiendo con todos”.