Con cuatro victorias en liga, habiendo escalado en la clasificación tras una mala racha y con la eliminatoria en contra, se presentaba el Cádiz CF en el Benito Villamarín. Y lo hacía valiente, con dos delanteros en el once como Dani Romera y David Barral. Con un extremo como Nico Hidalgo en el lateral derecho, marcándose por cierto el motrileño un excepcional encuentro en esa posición.

Marca el primero, le empatan y va a por el segundo. Le empatan y va a por el tercero, y por el cuarto. Llegan las sustituciones y las dos primeras son dando entrada a sus dos estiletes por banda como son Álvaro García y Salvi. Y lo hace para marcar el quinto. Esfuerzo supremo el de este equipo. Derroche en cada jugada y una fe a toneladas en un fútbol que practica como nadie. Así es el Cádiz. Así es esta, como cariñosamente se autodenominan en el vestuario, “banda”.