Una más y no por ello menos importante. Una más que tampoco desentona cuando salta al césped. Aunque en su fichaje algunos lo veían como un centrocampista de corte netamente defensivo, Andrés Fleurquin ha demostrado en los pocos partidos que lleva jugados que también es capaz de marcar goles (el primero ante el Nastic) y de dar asistencias de gol (0-1 en Almería, y el 2-1 este domingo). Y, sobre todo, tiene la sobriedad y el oficio que caracteriza al fútbol sudamericano.

Bien es cierto que es esa la demarcación con más competencia de la plantilla, pero eso también le da a Espárrago múltiples combinaciones en el doble-pivote. Por ahora Bezares y Manolo Pérez parecen ser los fijos en el once titular, pero está demostrado que, tanto el uruguayo como Suárez,  tienen la calidad para serlo también en cualquier momento.

La “sala de máquinas” de nuestro equipo, parece que tiene piezas para estar tranquilos.