Chip_Iron/esecadizoe.com
Tenemos un equipo luchador, sufridor y fajador que es capaz de estar recibiendo ataques durante muchos minutos sin descomponerse, dejándose la vida en cada balón dividido o corriendo hasta la extenuación.
Y los partidos como el de hoy se ganan con unos recursos que, a día de hoy, el Cádiz carece de ellos en su plantilla. Contra diez tipos encerrados en 20 metros con una defensa de cinco hombres, hay que tocar el balón con mucho criterio, meter pases en profundidad a los hombres de arriba y desequilibrar con uno-contra-uno al contrario. Una genialidad que sea capaz de romper una defensa numantina como la que ha plantado Héctor Cúper tras la expulsión de Pereyra.
Por mucho que adore a los nuestros y le reconozca el esfuerzo que hacen en cada partido, no puedo cerrar los ojos y ver que la plantilla que se ha confeccionado este año para el asalto a Primera, está cogida con alfileres. Ya lo pensaba cuando se cerró el plazo de fichajes y muchos vimos que se pudo hacer un esfuerzo más acorde con el que había hecho la afición con el club durante los últimos años. Hay ciertas cosas que no se pueden sustituir sólo con orden, ganas y esfuerzo. Una de ellas es la calidad en momentos puntuales, algo en lo que poder agarrarte en partidos que se mueven en las arenas movedizas como el de esta noche. Y eso no lo tenemos.
No tenemos a un hombre capaz de canalizar el juego en el centro del campo echándose el equipo a la espalda, un hombre que aúne pase, disparo, regate y visión de juego (al menos dos de esas virtudes). No tenemos a un hombre capaz de solucionar un partido a través de un golpe franco directo.
Ya sé que esas virtudes en el fútbol actual cuestan dinero (no sé si más del que el Cádiz pueda tener, ya que las cuentas no son públicas). Tampoco tenemos el recurso de los pobres, que es el de la cantera. Ahí tampoco se ve gran cosa. A veces es mejor ni mirar.
Por eso no voy a imaginarme un equipo que no tengo y voy a creer en el que sí existe. Un grupo de hombres que son capaces de morir en cada partido por hacer lo que mejor saben. En ese aspecto estoy tranquilo.
Donde no lo estoy tanto es si se piensa mover ficha en el mercado invernal y de qué manera se va a hacer. Si fichando realmente a un hombre determinante para la segunda parte de la liga o si se va a apostar por el mercado extranjero que necesitaría de un período de adaptación a nuestro fútbol. Que lo piensen bien, porque para traer a un jugador que no pueda participar con garantías hasta el mes de Marzo, mejor que utilicen el dinero para arreglar el agua caliente de las duchas del Carranza.
Ahora a pensar en la copa y, con la tranquilidad del parón liguero, a preparar la llegada del Valencia con las armas que tenemos.
Mientras que no tengamos mejores botas, hay que morir con éstas puestas.