Ante todo, mucha calma
No ganarle al Rácing de Santander no era ni mucho menos algo disparatado y ya hablábamos en esta web sobre los números de los de Preciado fuera de casa. Lo que no podemos hacer los aficionados es ir dando bandazos anímicos al son de los resultados. Nuestra liga no está en encarrilar cuatro o cinco victorias consecutivas. Eso es cosa de otros. Incluso ganar dos veces seguidas es todo un logro para un club como el nuestro por mucho que el corazón nos pida otra cosa. Número de jornadas que han pisado los distintos equipos los puestos de descenso.
Nuestra lógica «guerra» es estar en zona de peligro. Y hasta ahora lo estamos haciendo bien manteniéndonos como uno de los equipos que menos ha pisado los puestos de descenso, junto al Villarreal y Real Sociedad (con dos jornadas cada uno y con una el Atlético de Madrid). No podemos regalarle a los equipos que están por debajo en la tabla el lujo de ponernos nerviosos cuando son precisamente ellos los que deben estarlo.
foto: cadistasfinos.com
En la carrera hacia el ascenso el año pasado, tras el partido de Pontevedra se atisbó en los cadistas cierto miedo a no conseguir la meta de figurar entre los equipos de la Liga de las Estrellas. Pero la plantilla tenía claro cuál era el objetivo y no iba a dejar que ni resultados ni arbitrajes se interpusieran entre ellos y la Primera División. Ahora estoy convencido de que va a pasar lo mismo. Y, para que eso ocurra, no debemos dejarlos solos. Tenemos que remar todos en la misma dirección. Y remar todos en una dirección no es pitar ni abuchear. Ni animar más ante el Madrid o el Barcelona. Se trata de hacerlo siempre y con el mismo entusiasmo. Sea cual sea el juego desplegado por los nuestros, nuestras preferencias sobre un jugador u otro, si la suerte nos sonríe o deja de hacerlo o si el rival que tenemos enfrente es de renombre o no tenga estrellas en su nómina.
Tenemos que mantener la calma. La cabeza fría y saber desde ya, que tocará sufrir y mucho. ¿Estamos preparados para ello? Creo que sí.
