Es indudable que ya se ha labrado un futuro prometedor en el mundo de la farándula. Una vez que se retire, tiene asegurado un sitio en cualquier emisora de radio o televisión. Desde luego que tiene mucho ganado ya porque, para triunfar en ese mundillo, lo primero que hay que hacer es perder la vergüenza y desde las 18:45 de esta tarde, poca le debe de quedar ya.

El del arbitraje es uno de los pocos colectivos profesionales en el que sus miembros no se ven afectados de ninguna manera por hacer mal su trabajo. Es indignante ver como, semana tras semana, se equivocan (casi siempre del lado del más fuerte) sin que reciban ningún tipo de sanción ni reprimenda de sus superiores.

El señor Guerrero no solo ha pitado algo inexistente  sino que, además, ha demostrado no saberse el reglamento. Éste dice que un gol conseguido con la mano es legal «Cuando lo consigue un atacante, si la mano fue involuntaria». Pero no le pasará nada. La próxima semana estará en la banda de otro estadio con su show mediático particular. Ese mismo que le ha encumbrado al estrellato del Hollywood del Banderín. Pasen y vean.

Aunque el punto conseguido es buenísimo, los dos que nos ha quitado el mediático de Rafa, pueden valer una permanencia. Esperemos que no. Pero por si acaso, no estaría de más que el club aprovechara la facilidad de comunicado que tiene, para dar un tirón de orejas al estamento arbitral en forma de protesta. Tampoco estaría mal que la Federación de Peñas Cadistas, estrenara mandato ante el Sevilla con alguna protesta organizada en las gradas del Carranza.