Cuerpo técnico: mantener alto el ánimo de la plantilla y hacer que jueguen los que realmente estén implicados en la idea de que la salvación es posible. Hay que dejar claro que estamos a un solo punto de nuestro objetivo (que no es otro que quedar en el puesto 17º en la última jornada a pesar de que algunos quisieron vender plantilla para estar en UEFA)

Directiva: poner a disposición de aficionados viajes para acudir a los desplazamientos que restan y que serán tan importantes como los partidos en casa. Ahora más que nunca el equipo no puede estar nunca sólo. Y esa compañía puede ser mayor con la ayuda del club.

Jugadores: Trabajar durante la semana como nunca lo han hecho. Ser conscientes de que hay un gran sentimiento tras ellos que va a tratar de llevarlos en volandas desde la grada. Vivir durante la semana por y para el próximo partido. Ser todos una piña tanto en el cesped como en el vestuario. Si ellos están unidos, el cadismo también lo estará. No hay jugadores, debe haber EQUIPO. Si para ellos hay que hablar sólo en las ruedas de prensa sobre el rival que viene, pues se hace. Que se busquen los periodistas “las papas” para hacer su trabajo.

Aficionados: Presionar al rival (deportivamente hablando) como no se recuerda. Hacer de Carranza una autentica olla a presión para el contrario durante todo el partido. Ya pasó el tiempo de disfrutar de la categoría. Ahora se necesita implicación máxima con el equipo. Hay que rescatar el significado del verdadero Submarino Amarillo y explicar a los más jóvenes cadistas cómo se forjaron las grandes permanencias in-extremis de este club a lo largo de su historia en la Primera División.

A ponerse las pilas y ESE CÁDIZ OE!!!