José Manuel Ramos «Pichili» / PortalCadista.com
Soy una persona muy creyente. Creo en el destino y en las señales. Las de tráfico no, las otras.
La mañana se presentaba extraña. Como una parturienta cuando lleva diez meses y medio embarazada, desesperada por que llegue la hora.
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Nada más levantarme supe que no iba a ser un buen día. Me asomé a la ventana con mi chandita del Cádiz y observé cómo una bonita paloma se posaba en el poyete llevándose algo al pico. Oh, la paloma de la paz, imaginé poéticamente para mí mismo con mi propio ser. Cual reportero del National Geographic, me acerqué sigilosamente y cuando me puse las gafas comprobé que se trataba de un enorme buitre leonado devorando una rata de alcantarilla. Estaba claro que era un pájaro de mal abuelo, porque era nieto del buitre que vino a Cádiz al monumento que, seguramente, lo trajo una racha de viento.
Más tarde fui a comprar el “diario” y “la voz” para leer la previa y recibí otra señal cuando la niña de la papelería de debajo mi casa, -la más desagradable del mundo entero- (la niña, no mi casa), me dijo: “No me quedan”. Me marché de allí jurando en arameo. Encima tuve que soportar el “y otro diíta si quiere leer se viene usted antes que ya son las tres y estoy cerrando” con el que me despidió la simpática dependienta. En la gasolinera pude comprar al menos “el País” con el que, toma señal divina, regalaban un dvd del Iker ¿casillas?, ¿de fútbol?, no Jiménez, de misterios y cosas del más allá. Malos augurios se cernían sobre el Cádiz.
Me dispongo a ver el partido por Localia. Lo primero que se percibe es que el estadio está a la vera del cementerio de la ciudad. La leche que yo mamé. Panorámica con cipreses y unos nichos al fondo. Toca madera. Otro mal presagio es la presencia en el once inicial de Miguel García. Con “Miguel patada a seguir” cualquier pelotazo se embarca y destroza el panteón de algún insigne motrileño y ya tenemos montado el numerito.
Granada-74 y Cádiz-1910 salían con la intención de ir a por el partido. Lástima que el Cádiz, por motivos de caja juegue con la segunda equipación, tan bonita como sangangui. De dos, cero.
El Ciudad de Granada Murcia setenta y cuatro comprueba enseguida que Gonzalo Vicente es una persona caballerosa a la par que cortés y permite generosamente el paso por su zona.
En el minuto 13, no podía ser otro, en un par de corners seguidos con jugadas ensayadas al más puro estilo Juan Antonio Sánchez Franzón, Fagoaga desde fuera del área pega un pepinazo y entre que si una nube de piernas, que si un bote pronto que si pitos que si flautas Contreras no lo ve y el primero en la frente.
Raúl López, si estas viendo el partido manifiéstate. Pero igual no lo estaba viendo.
A partir de ahí el Cádiz estira sus líneas cual Mr fantástico, buscando el empate pero el gran juego creativo que despliega en el centro del campo no tiene su premio. Dos tiros potentes de Miguel son los únicos goluys en este periodo.
Descanso. Para los futbolistas y para los televidentes, que no merecemos el espectáculo que se estaba viendo.
Como el Cádiz jugó toda la primera parte con uno menos, en el descanso sale Natalio y nada más empezar, ese Parri oé saca una falta y Dani, atento, la peina. La pelota porque peinar peina poco. Gol y a por el partido.
Se producen los mejores minutos del Cádiz que toca arrebato, pero arrebato sigue machacando con el himno del Sevilla y Dani falla un par de ocasiones claras como nos tiene acostumbrado.
Calderón piensa en tablas y así se lo dice a Tapia, pero éste le da un cobazo y le dice carajote, que las tablas son del ajedrez y que hasta el rabo todo es toro. Eso te pasa por ir a empatar.
A todo esto, faltaba el simpático penalti de Gonzalo Vicente. Que la tiene pegada, que no se pita, lo que quieras, pero no es el primer gilipenalti que hace. Vacaciones otros dos meses. Anda Gonzalo, a descansar.
Nuestro para-penaltis se lanza perfectamente hacia el lado contrario y dos a uno. Fin del partido.
La media escocesa de Calderón no creo que sea la más efectiva, pero bueno, yo de fútbol no entiendo. Con el Cádiz no se juega pero el Cádiz ¿a qué juega?
En fin, que ya estamos mejor que el Madrid. Ya tenemos la décima. Y si con más de ocho no se asciende….
Por favor, la equipación sangangui no volverla a utilizar, que da malos presagios y peores resultados.
Si ya lo decía mi amigo nacho. Don creíque y don penséque son hermanos de don tonteque. Y me voy a dormir ya, que me parece que yo también estoy con décimas.
Abrazos cadistas.