José Manuel Ramos «Pichili» / PortalCadista.com
Tarde de viento, lluvia y frío en Carranza. Si hubiera venido un trifón -tornado en gaditano- no nos hubiera extrañado a nadie. Incluso salió el arco-iris. Yo lo vi. O me estaré volviendo narda. Unos 10.674 espectadores en el estadio. Y tres colados, sin identificar, por la federación de las penas gaditas. Para lo que vale el marcador.
[Sigue...]
El Cádiz salió a por ellos. A por todos los chubasqueros porque la que caía era buena. El alavés de negro y blanco en homenaje simbólico al ruinazo que les ha dejado el ucranio-americano Piter-man-gante. Son las cosas que pasan cuando se vende un club al mejor impostor. Atento por lo que más quiera don Muñoz.
Bonito detalle del club el dejar que la gente de fondo norte se colara en tribuna para guarecerse de la lluvia. En cuanto comprobaron que debajo de la visera te mojas más fueron regresando plácidamente a su primaria ubicación.
Viendo la foto oficial me extraña mucho que Pavón no esté en la misma, pero es oir rumores sobre algo de venta y se atrinchera en su local cedido por el Cádiz con el ordenador del Cádiz, la mesa del Cádiz, la silla del Cádiz y la impresora multifunción del Cádiz –todo marca ACME- y no hay quien lo mueva. Y el que se mueve no sale en la foto. Ya puede salir, que don Muñoz lo des des des-miente. Ya sabemos que el Señor de los Olivillos es un gran desmentiroso. La mejor venta, la del puerto de Galis (delantero de los 80 que marcó uno o ningún gol). Un venado en su salsa. Con dos huevos. Fritos.
La jugada más peligrosa del alavés en la primera parte fue cuando luchando por una pelota el atacante derriba claramente al de seguridad sin que el árbitro señale la infracción: penalti y expulsión. Esperemos que antiviolencia entre de oficio. El segurata reclamó baños y prejuicios.
El más peligroso del alavés fue David Angango, tan buen pelotero como niñato provocón. Piensa que aún juega en un grande pero lo que es es un gran…iiiiiiiiiín ¡mojón! Eso sí, la Ronaldinha de categoría internacional. Ella, lo que quiera.
A todo esto, jugadón por la izquierda de Gustazo López, centro y el portero alavesista realiza la cantata en “mi bemol sostenido” con estiramiento “ma non troppo” que Natalio remata a “la” “re”. El portero dice que le molestó el “sol”, pero que “fa”, que “fa”. Un gol muy musical.
A partir de ahí, cachondeito generalizado con el portero Ardouin, que solamente le falta una e para tener toda las vocales, como murciélago. ¡Qué malo eres, portero que malo ere…! Tampoco es pa ponerse ajín, que una mala tarde la tiene Contreras, digo cualquiera.
Total, que uno a cero, descanso y a ver si hay cafelito calentito. No me queda, ¿quieres agua fría o un refresco helado? Si, hombre, para eso está el día. Otro día le rezaré a San Termo y me lo traigo de mi casa.
En la segunda parte se produce un gran cambio: los dos equipos cambian de campo. Por lo demás todo sigue igual. Un frío que no veas. ¿Tú que eres de Cádiz, este que viento es?
Fondo sur se lo pasa de categoría con la napia del preparador físico contrario. Y Angango hace de las suyas. Gonzalo Vicente hace su gilipenalti que no le pintan, menos mal, y el Cádiz bien plantadito con un Fleurquin que se sale en el centro del campo. Entregar no entrega, pero no hay quien le gane a entrega.
Que viene, que viene, que viene el segundo. Atención Natalio se va de uno en carrera, ve desmarcado a Bangoura, le conoce, sabe que con los pies es un manta, sigue, sigue, sigue, venga a ver si esta vez no la falla, se la echa, la falla, rebote y gol. Gol de Natalio. Dos a cero, por culpa del portero.
A partir de ahí el Alavés se portó como un equipo que hace honor a su nombre y se mostró brusco “alavés” que marrullero. Ea, ea, ea, que ellos se mosquean y comienzan a dar rasca. Entre la rasca que dan y la que hace se acaba el partido y vámonos que no vamos. Venga pita ya que en la primera parte pitaste en un corner.
Quillo, corre que estoy en fase de congelación 4 y parezco ya un flamenquin de friogades. Le tenía que haber hecho caso a mi mujer, que me dijo que me llevara la camiseta de la salvación que con esa no se transpira y da más calor que una damart termolactil.
Todos contentos y a por el Córdoba. Ya hemos recortado con los de arriba. Si al final es que somos como niños, jugando a los recortables...
Abrazos cadistas.