Koala 2000
LA SONRISA DE MONA LIS… DE CALDERON
Hay muchas personas que me han escrito un prívate XXX a mi correo preguntando de que va exactamente mi “sección”. Así que lo repito, mi sección está escrita en tono sarcástico, irónico y burlesco, y siempre referido a noticias, graciosas o no, que se producen en torno a nuestro Cádiz C.F. y en las cuales solo unos pocos (o solo yo) reparamos.
Dicho ello, ahora le toca el turno de parir a Antonio Calderón. Y es que el binomio Antonio-Antonio en el Cádiz nos estaba matando, esto es, Antonio al cuadrado.
A pesar del retrato “Vespa-Luz” que Pichili le hace en su crónica daltónica, hay muchos aspectos de Calderón que seguro que el cadista no ve (o no quiere verlo).
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Uno de ellos es su sonrisa, o mejor dicho, ausencia de ella, porque cuando se rie, amigos mios, no se que es peor. El hecho de que un entrenador de fútbol no vaya por ahí haciendo el payaso con risitas y buenas caras (que ya lo hace, pero de otra manera) es comprensible, pero la afición merece un respeto, y hay veces que es mejor meterse el dedo en el culo y hacerse el muerto.
No recuerdo si era el Tenerife el rival de aquel día. Al finalizar el encuentro, yo me encontraba en la ya bastante devaluada zona pijolandia Tribuna, cuando los jugadores abandonaban el terreno de juego. Yo, frente a vestuarios, le lancé la terrible, ofensiva e infundada opinión a la cara de Calderón “este equipo no funciona, ¿y el centrocampista organizador?.
Una vez oídas esas deleznables palabras, el Sr. Calderón me lanzó una mirada de las que se clavan en tu cabeza. Algo asi como cuando en Urgencias aparece esa mujer de 60 años con 7 dias sin ir al wáter. Y no creo yo que me dijera con eso que quería invitarme a una copita en el Iguana y después enseñarme sus tácticas en privado, no. La mirada era de furia contenida y de ganas de decirme cuatro frescas.
Con esto digo que el Sr. Calderón ha sido criticado de mil maneras, en mil artículos de opinión y post de foros. Pero lo peor, lo más inquietante, lo que hace que tenga que tomar pastillas para evitar tener un golpe de diarrea espantosa, es que este señor no se conforme con llevar a una nave a la deriva, no admitir sus errores, criticar a la plantilla y tropezar vez tras otra… lo que me provoca el líquido marrón es ver, incluso, que la afición le estorba cuando le critica, y que es capaz incluso hasta de mirar desafiante a un aficionado que, educadamente, le critica su juego.
O lo que es lo mismo, equivocarse y no admitirlo, el negarse a ver la verdad, es tirarse un tremendo pedo que haga vomitar a todos menos a ti “es que no huele”.
Ningún cagado se huele su mierda, Sr. Calderón. Lo que pasa es que gran parte de los cadistas no lo veía, pero que han acabado viendo la “Vespa-Luz”.!!!.
Menos mal que ya no tenemos que seguir aguantando.