Miguel Ángel Vallecillo/portalcadista.com
A los médicos del aparato digestivo se les va a amontonar el trabajo. Y es que el cadista que no tuviera ya úlcera estomacal, algunos responsables de este club parecen dispuestos a que así sea. El último capítulo, algo tan importante como la contratación de un entrenador tras la destitución de Antonio Calderón la pasada jornada.

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Ante tal eventualidad, no sólo se ha dejado claro que en ningún momento se tenía preparado un plan de contingencia con un objetivo claro para sustituir al responsable del primer equipo, sino que ni siquiera se ha tenido la pericia suficiente para cerrarlo en el menor tiempo posible. Una cosa es improvisar y otra que te pille el toro sin que lo veas.

¿El resultado? Pues que de nuevo se pone al frente del equipo a un entrenador inexperto, en un partido muy importante. Eso sí, para la tan cacareada problemática económica del club no es ningún problema pues no creo que Raúl Procopio cobre como un entrenador de Segunda División y sí como uno de Tercera. Alguno estará hasta contento por ello.

Ya adelantaba ayer miércoles, que podríamos estar ante otro episodio de ridículo espantoso por parte de los responsables del Cádiz. El presidente deja claro que la terna en la que se basa la contratación del entrenador entrante era de tres: Fernando Vázquez, Paco Flores y Lorenzo Serra Ferrer. Pues bien, el primero ya se ha escapado y en esa escapada se ha perdido una semana de oro. Pero las arcas del club, no se han resentido, eso sí.

Ahora quedan dos nombres de esa lista de tres a los que atar (no me pregunten cuándo porque acertar eso en el Cádiz es más complicado que el equipo amarillo consiga un gol en un córner). Y Antonio Muñoz, recordemos, dijo que se buscaba a un técnico con prestigio. Vamos a ver quién es el que viene… si viene alguno.

Eso sí, con todo este ridículo espantoso, la maltrecha economía cadista no se ha visto mermada. Estamos de enhorabuena.