Yoni Weiss / PortalCadista.com

El Cádiz se sitúa 14º tras la jornada 36 de la Liga BBVAAsí acabaron hoy varios de nuestros jugadores y parte de la grada que veía como el Cádiz estaba mermado con Natalio y Dani con problemas físicos. Probablemente muchos cadistas se habrán sentido decepcionados por el empate conseguido hoy, pero intuyo que este empate va a ser determinante para la consecución de la tranquilidad definitiva ya que estamos a una sola victoria de la salvación.

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El punto obtenido esta tarde cobra mayor validez por haber sido obtenido contra un equipo que aporta un buen fútbol y que a pesar de lo que se estaba jugando nunca perdió los nervios ni se dedicó a colgar balones sin ton ni son. Es de destacar también la clase y la experiencia que han aportado dos hombres como Pep Martí y Alfredo al centro del campo Txuri-urdin. El primero ha sacado el manual de cómo se puede tener contundencia y calidad. El segundo ha mostrado un portento físico que tapaba los huecos dejados por sus compañeros con coberturas de garantía.

Aún así, el Cádiz ha tenido el partido en su mano. La salida en tromba tras el descanso con un centro del campo con más toque deja una vez más en evidencia que el doble pivote defensivo y falto de creación está siendo el verdadero cáncer de este equipo. La retirada de Bezares y el adelantamiento de Paz al centro del campo propuso que el Cádiz era capaz de circular el balón sin renunciar a la contundencia. Las pillerías de Dani y Natalio hicieron soñar a la grada amarilla. Pero ocurrió que la larga temporada comenzaba a hacer estragos en las piernas de los cadistas. La retirada de Gustavo López del terreno de juego provocaba que la salida de Miguel García suponía la vuelta de la burra al trigo. Vuelta al doble pivote, vuelta al enroque y vuelta a ese pasito atrás que tantos puntos ha hecho volar del casillero de los amarillos. Se barruntaba que metiéndonos atrás el gol de la Real no tardaría en llegar y así fue.

La imagen posterior de los dos goleadores de la tarde sufriendo constantes calambres y dolores musculares hacía que casi todos estuviéramos locos por la música y al final se consiguió ese puntito que a mi parecer va a valer y mucho.

A partir de aquí, volvemos a estar todos locos por que llegue el pitido final de la temporada. De esta temporada de pesadilla que hemos vivido. De esta temporada de comunicados van y vienen. De esta temporada que la voy a denominar de “decepción”. Y no quiero usar el término “fracaso” porque eso lo aplicaría solo en caso de que se produjera lo que absolutamente ningún cadista quiere ver ni en pesadillas.