Miguel A. Vallecillo/portalcadista.com
Jaime Lissavetzky, Secretario de Estado para el Deporte, irá de la mano junto a los expertos del Comité Olímpico Español y de Alejandro Blanco (Presidente del Comité Olímpico Español) para reclamar al TAS la medalla de oro para Iker Martínez y Xabier Fernández en la categoría 49er de Vela. Sus argumentos, como no podía ser de otra manera, la manifiesta claridad de la reglamentación de dicha disciplina deportiva.

Los representantes de Dinamarca cambiaron de barco entre regata y regata tras haber roto el mástil de la suya en un entrenamiento. Pidieron la embarcación a la delegación croata y con ella compitieron, logrando el oro olímpico y dejando a los españoles sin el dorado metal.

El barco croata, con el que competían ahora los daneses, no fue revisado ni homologado por los jueces la noche anterior al quedar eliminados en la última manga.

Los jueces internacionales estiman que el cambio de embarcación no supuso una ventaja para los daneses. ¿Les suena esto? Porque a mí sí.

La rotundidad del reglamento de Vela es tan clara como lo es la del reglamento de Fútbol. La falta de cumplimiento por parte de los daneses de Pekín es tan obvia como la del Hércules con los plazos de inscripción de Kiko Femenía. La insistencia del CSD en la petición del cumplimiento de los reglamentos en este caso es tan contundente como la del Cádiz CF a la hora de pedir el cumplimiento de los plazos en las inscripciones de los jugadores.

En pocos días, precisamente el CSD de Jaime Lissavetzky, a través del Comité de Disciplina Deportiva, tendrá que decidir si hacer cumplir las normas que tan insistentemente está pidiendo que se cumplan en otro deporte.

Sólo se trata de juzgar incumplimientos de reglamentos. Da igual que sean de Vela o de Fútbol.