Preocupado pero no alarmado

El encuentro de ayer en San Fernando fue una locura de goles y el Cádiz volvió a tener lagunas defensivas en diversas partes del encuentro. Es algo evidente y el propio Javier Gracia (un técnico que ve cada jornada el mismo partido que el resto de aficionados y no como otros que hemos tenido anteriormente) lo reconoció al final del mismo.

Unos errores que aún no se han dejado notar en la clasificación. Doce puntos de quince posibles es una buena marca para un equipo que pretende ascender y decir lo contrario es mentir descaradamente. Unos fallos de los que no se libra nadie a estas alturas de la temporada porque, ¿qué conjunto no tiene cosas que pulir de su juego en la quinta jornada? Creer que nosotros somos el único es o no tener perspectiva de lo que significa este deporte o creernos el Rey del Mambo.

A algunos parece que aún les cuesta digerir que estamos en Segunda B, que el Cádiz es un equipo de Segunda B y que su plantilla está conformada por jugadores de Segunda B. Igual que el resto de equipos que militan en el grupo IV de esa categoría. El pasado domingo en Carranza debimos aprender a respetar a los rivales y comprender que ellos son, ni más ni menos, que lo que somos nosotros ahora mismo.

El Cádiz se encuentra en estos momentos en la buena senda. Arreglar los problemas defensivos debe ser la meta inmediata tanto para jugadores como cuerpo técnico. La filosofía de juego de Javi Gracia nada tiene que ver con la que hemos tenido en la pasada en la que la defensa jugaba más tiempo dentro de su propia área que fuera. Aún quedan aspectos por corregir, sobre todo en lo concerniente a la concentración e intensidad defensiva. Pero eso no es trabajo de un día o dos.

Por ello, las declaraciones de Antonio Muñoz al finalizar el partido (tanto en su contenido como el tono que utilizó al hacerlas) me parecen de un alarmismo desmesurado. Sobre todo teniendo aún muy fresca la pasada campaña en la que sí se echaron de menos discursos más alarmantes.

Sí, somos el Cádiz, pero un Cádiz de Segunda B. Y, si lo tenemos que olvidar, que sea en el verano del 2009 y porque hayamos subido de categoría.

Miguel Ángel Vallecillo