Finalmente fue un punto positivo

Al terminar el encuentro en Granada, como seguramente muchos otros, me quedé con la duda de saber si el punto había sido bueno o no. Si recordaba las ocasiones del equipo granadinista y que el Cádiz terminó con un jugador bueno la igualada sabía a gloria. Sin embargo, la última jugada de Enrique fallando en boca de gol me hacía virar hacia el sentido contrario. Habría por tanto que esperar a que el resto de partidos de la jornada tocaran a su fin para reflexionar sobre lo ocurrido en la ciudad de La Alhambra de una manera objetiva y tranquila.

El desenlace no es otro que seguimos manteniendo la misma ventaja sobre el segundo y tercer clasificado una jornada más. Ni el Poli Ejido ni el filial bético han podido pasar del empate en sus visitas a Puertollano y Antequera respectivamente. Por lo tanto, no se puede dar nada más que por bueno el punto conseguido en el Nuevo Los Cármenes. Cómo se consiguió ya es harina de otro costal. Los regalos en defensa del sábado no deben sumirnos en la tristeza como tampoco el liderato en la euforia. Hay que analizar con tranquilidad los problemas a analizar porque de ello dependerá en buena medida esta temporada.

Hace dos semanas escribí que éste equipo está diseñado para el ataque y me sigo reafirmando en que la filosofía de juego de éste Cádiz se basa en su poderío ofensivo y así lo está demostrando cada jornada. Ahora bien, anotar tres goles fuera de casa y no traernos la victoria es para recapacitar. Si bien tengo asumido que el Cádiz va a dar ventajas en defensa al rival en ciertas partes de los partidos (aunque también deberá pensar el contrario que para empatar contra el Cádiz hay que marcar al menos dos goles), sería conveniente al menos reducir a la mitad éstas o saber marcar la pauta como se debió hacer el sábado tras marcar el 2-3. Tampoco hay que olvidar que enfrente se encontraba un equipo hecho para estar arriba y unos jugadores a los que Pablo Braojos a buen seguro va a sacarles mejor rendimiento del que han hecho gala hasta ahora.

No obstante queda tiempo para mejorar. De los próximos cuatro partidos, tres de ellos serán en casa y asegurando los nueve puntos de Carranza se habría subido otro escalón una vez sobrepasado el primer tercio de la temporada.

Miguel A. Vallecillo