La Crónica Daltónica (desde otro color): Cádiz 3 - Antequera 0
Como dijo el Doctor Víctor Von Frankenstein en su discurso de investidura como Doctor Horroris Causa por la universidad de Maechaochuchess, tras su exitosa auto-operación a tumba abierta en la que, con maestría renacentista, se auto-reconstruyó la pierna derecha, el brazo izquierdo, el lóbulo de la oreja, los huesos propios y alguno ajeno de la nariz, y –ya que se estaba exponiendo- aprovechó para una micro intervención de hemorroides subcutáneas, después de su desagradable incidente con la batidora moulinex preparando una sala ali-oli, “soy un hombre que me he hecho a mí mismo”.
La lorquiana hora de comienzo del partido no hizo que mermara la afluencia de público. A los incondicionales amarillos, le acompañaron la poca pero animosa hinchada antequerana y los colaos de turno. Tampoco faltó la pancarta reivindicativa de los desplazados del Nor-este Trompetero. Amnistía para ellos ya y que vuelvan a casa por Navidad.
En el palco destacó la inusual presencia de bellezas mercantiles, que tomaron buena nota del concurso de todos los jugadores y abogaron porque el encuentro se desarrollara sin ningún tipo de incidente… concursal.
Todavía no había empezado el partido y ya el Cádiz había tenido cuatro oportunidades claras de adelantarse en el marcador, concretamente en el entrenamiento previo, pero al no haber árbitro que pitara, no fueron anotadas en el acta y, por tanto, no cuentan.
A los seis minutos Toedtli avisa intentando una chilena, pero le sale una boliviana. Acto seguido es Enriquinho quien bota una falta que repele el poste… joé, con lo grande que es la portería, lo pequeño que es el poste y tiene que dar precisamente ahí.
Pero tanto va el cántaro a la fuente que ya se sabe el camino. A los 17 minutos, el Cádiz realiza una jugada más trenzada que el pelo de Bob Marley, con toques abarcelonados de Caballero, Toedtli, Fran Cortés, y golazo de Caballero. Uno a cero y jugada para quitarse el sombrero (el que lo lleve).
A la media hora de juego, corner que saca Caballero, la defensa del Antequera que se muestra amolletada y el portero Lara hace honor a su apellido y entona con generosidad las primeras notas de los paraguas de Cherburgo: Lara-lara, Lara-Lara-Laraaa… El Pajaro Toedtli voló sobre el nido muy cuco y marca de cabeza su séptimo tanto con la camiseta amarilla. Dos a cero, por culpa del portero.
Justo antes del descanso, gran pase en profundidad de Fran Cortés a Enriquinho que se queda solo ante el portero y decide reconstruir el nudo gordiano con sus piernas y el balón. Meses después se la pasa a Toedtli que vuelve a marcar, esta vez por bajo.
Descanso. En la segunda parte no hay que cometer errores, intentar dejar la portería a cero y dormir el partido. ¿Logrará el Cádiz los tres objetivos marcados? Lo veremos en los próximos renglones.
Para semejante empresa Javi Gracia tuvo la feliz idea de darle la creatividad a Bezares, recién llegado de Creactiva, la primera muestra de creatividad de la provincia, donde triunfó con una conferencia titulada “El pase en profundidad: ese gran desconocido”. Con su innegable entrega, el bueno de Bezares destruía todo el juego que por su zona pasara –ya fuera propio o extraño-, contagiando a sus compañeros, a los contrarios, a los espectadores, al árbitro, a la prensa escrita y hablada y al palco de las ninfas incluidos. Por un momento pensamos que estábamos en el cuento de Cenicienta. Pero lo importante era el objetivo y éste se cumplió con creces. Loado sea Dios. La portería a cero. ¿Qué fue aburrida la segunda parte? Pues mejor. Que todas sean así mientras en la primera se marquen tres.
En el Antequera destacó Trigo, que fue bastante limpio, y Remacha, que no pudo hacer honor a su apellido en todo el encuentro. También jugó Comitré, que lo hizo Superior, a pesar de lo que nos denegó este verano con el recurso.
Especial mención para la juez o jueza de línea, la asistente o asistente de Tribuna, o, -como diría Bibiana- la linier o liniera, a la que hicimos un especial seguimiento y acertó plenamente en todas sus decisiones. Hombre, igual se equivocó con las poco femeninas calzonas que lucía y hubiera estado mejor con una minifaldita plisada, y así desde la grada estaríamos más atento a otras cosas y no a la correcta apreciación del fuera de juego, pero vamos que es una sugerencia sin maldad, yo lo que diga el reglamento, ¿eh? (Me acabo de ganar un cosqui por tan machista comentario).
Lo dicho, este Cádiz se está haciendo a sí mismo, a la imagen de su entrenador, con humildad pero sin complejos, pasito a pasito, despacito y con buena letra. Javi Gracia está jugando a Prometeo y su equipo promete. Con el cuerpo de Mansilla, la templanza de Fragoso, el cerebro de Caballero, el genio de Fran Cortés, la visión de Ormazábal, las manos de Casilla, la entrega de Bezares y Fleurquin, los cojones de Raúl López, el instinto de Toedtli, las piernas de Enriquinho y Cristian y la punta del dedo gordo de Juanma, -más las aportaciones a la ciencia del resto de la plantilla- tiene que salir algo bueno. Desde luego que camino llevan de hacer algo monstruoso.
Abrazos cadistas.