La Crónica Daltónica (desde otro color): Cádiz 2 - Linares 0
De mamazo. Lo de la afición del Cádiz es de mamazo. Iba a poner increíble, espectacular, maravilloso, impresionante, extraordinario, fantástico, asombroso… pero ninguno de los adjetivos describe con exactitud lo de esta afición. Así que me quedo con el más gaditano.
No podía empezar mejor el fin de semana de carnaval que con un partido en Carranza. El Cádiz saltó al terreno de juego como nunca lo había hecho esta temporada, esto es, un sábado a las seis de la tarde. El Linares no quiso ser menos e hizo lo mismo. Como al San Fernando le habían metido seis hace dos jornadas el equipo linarense no quiso caer en el mismo error y saltó al terreno con su segunda equipación no fuera a ser que el azul y blanco sea sangangui.
Desde el principio se vio a un Cádiz metido en el partido y nada acarajotado. Con las obligadas novedades de Dani en la portería y Cifuentes en el lateral izquierdo por sendas pamplinas de la plaza mina de Kikor Casi-casillas y el besucón Raúl López en Melilla, probablemente influidos por los efluvios provenientes de la grada norte-africana, por la combustión de finas yerbas mezcladas y aderezadas con productos típicos de la zona. También destacó la vuelta al titular de Fragoso en detrimento del Ké?haiser de la Bahía que vio el partido desde una zona privilegiada en la grada. Tanto Dani como Dani como Dani cumplieron de sobras.
Durante la primera parte todo el peligro lo creó Enriquinho, que estuvo en su salsa, por banda derecha. De él partieron las mejores jugadas. Fruto de la insistencia cadista, en el minuto 35 un perfecto contraataque Caballero pasa al hueco a López Silva, se interna y pasa a Enrique que marca el primero de la tarde. El árbitro lo anula por posible fuera de juego. Posiblemente lo fuera. O posiblemente no. ¿Quién sabe dónde? Y, sobre todo, ¿cuánto dices que lo qué? El caso es que no subió al marcador.
Por merecimientos ya el Cádiz debería ir ganando uno a cero. Pues nada, minuto cuarenta y uno, López Silva recibe la pelota tras un despeje en un corner, abre a la derecha para que Enriquinho se invente un perfecto centro a la marinera que remata Fleurquin a la plancha. Golazo. ¡qué hambre me está entrando!
En la segunda parte, el Linares se hizo dueño del balón por increíble que parezca. Vamos, cualquiera que haya visto jugar al Linares sabe que dar patadas daba un montón pero que solamente era el dueño del balón si él lo traía de su casa. Por mucho que lo quisiera el Milán. El cobazo que les dará ahora a los jugadores diciéndoles que si el Mágico aprendió la culebrita macheteada de él, que si él fue el que en verdad marcó el gol en Tenerife en vez de Manolo Hierro en propia puerta…. A la altura el medio el campo va Linares con el balón….
Pues eso, que en la segunda parte, el Club Deportivo Linares se hizo con la posesión del balón y el Cádiz comenzó a pasar fatiguitas aunque el dominio bermellón era infructuoso.
Pero esta vez la afición cadista fue paciente con los suyos y, lejos de pitar, comenzó a animar al equipo como hace tiempo que no hacía. Las brigadas amarillas del Comandante Juan Sin Frío comenzaron animar a la preferencia, a tribuna, a fondo norte y con sus cánticos y su buen rollo contagiaron a todo el Carranza. El auuu auuu de los Trescientos de Miller, el será porque te amo, la canción esa mezcla de spanglish “El mar dice si, a” (la mar say yes a) que se parece mucho al himno francés, bueno los de cachondeo de Esto es Cádi, qué bonito está mi cadi, etc.
Yo no sé si eso acojonará al equipo contrario, pero distraerlos los tiene que distraer seguro. De hecho, casi me pierdo el segundo gol. Minuto 41 de la segunda parte, corner que saca Caballero y Ormazábal le pega un testarazo al balón desde el área grande que lo cuela por toda la escuadra. Golazo de estrategia. Jugada completa, jugada comansi.
Aún pudo marcar Rosu en el descuento pero en esa jugada Rosu estuvo muy Verdu.
Ya en el minuto cuarenta y ocho de la segunda parte, ante el éxtasis generalizado, la gente se atrevió con el alcohol, alcohol… El sangangui de carnavales se habrá cogido unos días de vacaciones, pero no tentemos al diablo y vamos a dejar de cantar tan sangangui canto.
Termina el sabadito con el pedazo de pregón que ha dado en San Antonio Javier Ruibal, el autor de la canción más bonita del mundo (Amada). El nota ha bordado. Arte. La mano de El Gómez en el texto, los colegas famosillos de Madrid, el romancero del Pablo Carbonell, la ilegal del Mato ¿del chico? No, del Grosso, la Paz Padilla… Javier, picha, ¿de qué vas disfrazado, de caseta de playa antigua? Pregón grande, cadista.
Seguimos a siete del segundo, ahora el Jaen. Ya pinchó el Poli. Vamos a por el Ceuta. Y a por el maligno del benigno que nos estará esperando con los brazos abiertos. Una cachetaita sin manos, porfa. Y si no os traéis los tres puntos traerse por lo menos tabaco y whiskey.
Abrazos cadistas.
P.D.: Este año me ha gustado mucho la cabalgata. Me lo he pasado en grande. Estamos mejorando resultados del año pasado: el niño sólo ha mandado tres globos a la estratosfera, a 5 euritos cada uno; a la niña le han dado con un paquete de serpentinas en el ojo desde la carroza de las ninfas; mi suegra ha tenido más suerte y nada más que le han estropeado la camisa y la falda con los sprays de los cojones…. Y el desfile, qué arte, vuelven las majorettes, que podrían ser mejorettes si tuvieran como cinco añitos más. Para mayor realce de tan magna cabalgata propongo la vuelta del batallón infantil y el manco pelando gambas. Todo muy rancio. ¿La Ley de la memoria histérica no entra a conocer de oficio en estos asuntos?
José Manuel Ramos «Pichili»